miércoles, 31 de julio de 2013

J.C.F CAP: 31 *FINAL*





peter hizo sonar el timbre una, dos, tres veces, lali no contestó y sintió un nudo en el 
estómago, ¿estaría en casa? A lo mejor no estaba, o tal vez lo estaba ignorando. Se sentía 
cansado y extraño.
No podría creer todo lo que había cambiado su vida desde que había conocido a lali apenas unos meses atrás.
Había cambiado casi radicalmente.
De querer salir una noche con una mujer diferente había pasado a querer compartir su vida con la mujer que había llegado como un terremoto, interfiriendo en todo aquello relacionado con él, le había espantado a una chica nada más conocerlo, y no había sido la última. Se había enfadado al principio, pero debía de reconocer que le había encantado, toda ella le había fascinado. Su descaro, su carácter ardiente, su espontaneidad, pareciera que hiciera las cosas sin pensar, lo que se le ocurría lo hacía; y le encantaba.
Poco a poco se había acostumbrado a ella, hasta el punto de necesitarla, aquella tregua había servido de mucho, pues se habían compartido en amantes, todo iba genial, hasta que él le había dicho que la amaba.
Quizás no debería habérselo dicho.
Si se hubiera callado seguramente podría seguir disfrutando de ella, de su compañía. Pero por otra parte se sentía aliviado al habérselo dicho.
Había acudido a su casa para decirle que no le exigía nada, todo podría seguir como antes. Pero ella no contestaba.
Y él sentía un enorme vacío…
Esperaba que no se hubiera ido.
Si se había marchado… no sabía que haría.
Después de esperar un poco más, y volver a llamar al timbre sin éxito alguno, dando un suspiro metió la llave en la cerradura de su casa.
Cerró la puerta y encendió la lamparita de la mesilla, el suave sonido de una respiración profunda llamó su atención dirigió la mirada al sofá, y se encontró con el precioso rostro de su vecina. Su corazón dio un vuelco.
Seguramente se había quedado a hacerle compañía a euge.
Se asomó a las habitaciones y no encontró rastro de su prima, por lo cual volvió al salón, y se sentó en el borde del sofá, contemplando suave rostro de su chica. Sin poderlo evitar alargó la mano y le acarició la piel suave de su cara.
Tenía marcas en las mejillas de las lágrimas y rogó por no ser el causante.
La cargó en sus brazos para llevarla a la cama,  lali se removió en sus brazos, nerviosa.
-No –dijo lali  revolviéndose- no, no, no –gritó con voz cortante- no me puedo ir, tengo que decírselo.
peter se puso nervioso, era obvio que lali estaba teniendo una pesadilla, comenzó a caminar y la llevó a su habitación, donde la dejó en la cama mientras le susurraba suaves palabras de calma.
-Ya,  lali , tranquila.
De pronto lali abrió los ojos y se incorporó en la cama.
-No, –dijo- lo amo –añadió, y a peter se le encogió el estómago.
-Ya está, cariño, estabas teniendo una pesadilla.
-Oh, peter –lloriqueó ella, y colocándose de rodillas lo abrazó- soñaba… creía… oh, peteer.
-Ya está, cielo, tranquila.
-Era horrible.
-Pero era una pesadilla. Ya no pasa nada.
-¿Sabes? Mi pesadilla ha estado a punto de convertirse en mi realidad, por ser estúpida.
-No digas tonterías –la regañó él.
-Es verdad, por miedo casi te pierdo.
-No me puedes perder. Te amo, y aunque no me ames, no pasa nada… no te pido nada.
-Te amo –dijo ella, conmovida en un susurro.
-De verdad… espera, ¿Qué has dicho? –preguntó confundido.
-Que soy una tonta, y debí de decirte antes, que te amo.
-¿Me amas? –preguntó como si sufriera sordera.
-peter, si, te amo. Te amo, te amo, te amo.
-Uff –resopló él.
-Vaya… ¿es todo lo que me vas a decir? –preguntó ella haciéndose la ofendida.
Él la abrazó y la besó.
-¿Quieres casarte conmigo? –le preguntó.
-¿Qué? Yo… ¿hablas enserio?
-Jamás he preguntado nada tan enserio.
-Yo… no se que decir… -vaciló ella.
-lali… puedes tomarte el tiempo que quieras para pensarlo. No hay prisa.
-¿Y si no sale bien? –preguntó mordiéndose el labio nerviosamente- ¿y si te cansas de mi?
-Eso es imposible, pero esperaremos un poco…
-Si –dijo ella- si, si quiero casarme contigo.
-Te amo –murmuró él tomándola entre sus brazos.
-Y yo a ti –declaró ella mientras lo besaba.




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bueno chicas perdon por la letra muy pequeña es que no la pude hacer mas grande ayer avise por twitter que no subiría la novela mañana subiré los EPILOGOS y luego are una encuesta de las novelas que quieran............... chicas voten por peter y lali 
     

lunes, 29 de julio de 2013

J.C.F CAP: 30




-¿Qué? –preguntó sin aire- creo… no… creo que no…
-Has escuchado bien –dijo él con mucha calma- te amo.
-No –susurró ella.
-Si, lali –repitió él- no se como ha pasado, pero me… me he enamorado de ti.
Ella se levantó nerviosa. Aquello era un sueño, aquello no era real, peter no estaba ahí, peter no estaba enamorado de ella, y eso era un juego de su imaginación, un sueño.
Se movió nerviosa por la habitación, pateando todo aquello que se encontraba.
-Estoy… soñando… -susurró muy bajito.
-lali –la interceptó él, la hizo girarse y mirarla a los ojos- lali, te he dicho que te amo, porque lo siento, no te estoy pidiendo ni exigiendo nada. Si no quieres nada serio, de verdad lo entiendo. No quiero que te sientas obligada a nada.
-Yo…
-Shh… -él le acarició los labios con el pulgar, y luego depositó un beso en sus labios- euge está en mi casa, creo que deberíais hacer las paces…
Sin dejarla decir más, la besó de nuevo y salió de su casa, un fuerte nudo se alojaba en su estómago, no entraba en sus planes confesarle que la amaba, pero había salido espontáneamente, y realmente no se arrepentía de habérselo dicho, lo que si temía era perderla. No se atrevía a regresar a su casa, quería y necesitaba pensar, alejarse de allí un poco, además, si lali fuera a hablar con euge sabía que la pondría en un aprieto si estuviera allí.
Montándose en el ascensor decidió ir a dar una vuelta.

Lágrimas silenciosas corrían por las mejillas de lali, ¿por qué se había quedado callada? Tendría que haberle gritado que ella también lo amaba, no era un sueño, era real, y él, por muy imposible que pareciera, se había enamorado de ella.
Increíble.
Tenía que decírselo.
Poniéndose las zapatillas, salió de su casa y llamó al timbre de enfrente, mientras se retorcía las manos nerviosamente.
euge abrió la puerta.



-Ho… hola –dijo lali -¿Y peter?
-¿No está contigo? Me dijo que iba a hablar contigo y no ha vuelto, yo pensé…
-Se fue, fui una estupida y se fue.
-lali, creo que te debo una disculpa. No hice bien mintiéndote.
-No importa, euge.
-Pero fui una imbécil, lo que menos querría es que te enfadaras conmigo.
-No estoy enfadada, creo que debo hasta de agradecerte lo que hiciste.
euge se sonrojó.
-peter me ha contado eh… es que no se si te lo ha dicho… eh…
-¿Qué me ama?
-Me dijo que si no fuera por mi no hubiera conocido “al amor de su vida” me dijo que te lo diría.
lali estalló en llanto.
-Soy una estúpida –lloró.
euge la abrazó.
-No digas eso, lali, no eres ninguna estúpida.
-peter me dijo que me amaba y me quedó callada… -murmuró mientras le devolvía el abrazo a su amiga- y yo también lo amo –lloró- lo amo –repitió.
-Bueno… un poco estúpida si –susurró su amiga frotándole la espalda.
lali rió mientras sorbía por la nariz.
-Perdona que me haya puesto así –dijo lali.
-Te he visto peor, y por peores motivos, sinceramente este me alegra. Eh… se que no es mi casa, pero ¿te apetece pasar?
-Claro…
Ambas entraron en la casa de peter y se sentaron en el sofá, el aroma de peter la envolvió, y supo que lo necesitaba más de lo que creía. Estuvieron charlando un largo rato sobre todo aquello que habían echo por separado, todos los cotilleos, y nuevas noticias, pero el tema volvió a recaer sobre lali y peter.
-Soy una tonta –se lamentó lali.
-Un poco… -reconoció su amiga- no se porque lo dejaste irse.
-¿Y qué querías? Se presenta, me dice “te amo” y yo no supe que decir.
-Pues que lo amas.
-No es tan fácil…
-Lo se, lali, pero debes intentarlo.
-Se lo voy a decir.
-Lo se, y creo que lo mejor será que me vaya…
-¿Qué?
-Para que cuando él llegue, estén solos, no creo que querán público
–lali se sonrojó y su amiga se rió- me alegro de haber echo algo bueno. se merecén ser feliz.
-Te quiero, euge.
-Y yo a ti,lali. Trátalo bien.
-Lo haré.
-Eso mismo me contestó peter –rió su amiga entre dientes.
Ambas se despidieron en la puerta con un enorme abrazo y un beso. lali se tiró de nuevo en el sofá de peter y abrazó uno de los cojines de su amado. No tenía ni idea de cómo había pasado, pero el estar tanto tiempo con peter, el conocerlo había echo que terminase amándolo, secretamente y con miedo. Un miedo sin sentido, ya que había vivido en una especie de mentira.
Ya no sabía si reír o llorar, recordaba todas aquellas veces que había perseguido a peter, las veces que le había dicho que le haría pagar y se sentía ridícula, pero después de todo, lo había conocido mejor, el simple echo de haber estado varias veces con él la había confundido… hasta acabar enamorándose totalmente de él.
Se lo diría, había sido muy estúpida al quedarse callada, al tratarlo secamente cuando él le había pedido algo más serio.
Pero solucionaría todo aquello.
Le confesaría que ella también lo amaba… con toda su alma.


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chicas firmen ya que solo queda un capitulo para el final... quistas hoy subiré el ULTIMO... 

domingo, 28 de julio de 2013

J.C.F CAP: 29

Capitulo 29

Horas más tardes, Lali estaba tirada en el sofá de su casa, su mente aún estaba echa un lío, se sentía defraudada por su amiga. Pero a la vez… agradecida.
peter llevaba razón, si euge no hubiera montado todo aquel numerito, ella no hubiese conocido a peter, y debía de reconocer que se había divertido fastidiándolo, y lo había pasado increíblemente bien, las semanas que habían pasado juntos como… amantes.
Más seguía enfadada con su amiga por la mentira, a pesar de que lo hubiera echo por su bien.
También había otra pega; se había enamorado como una tonta de peter a pesar de haber echo todo lo posible para no enamorarse, había luchado contra ese sentimiento con la seguridad de que él le rompería el corazón de un momento a otro, con la seguridad de que se cansaría de ella.
Se había comportado como una estúpida.
El timbre de la puerta sonó y ella lo ignoró.
-lali, se que estás ahí, así que; o abres la puerta, o la tiro abajo –la voz de peter la inquietó
-Vete –contestó después de un corto silencio.
-Abre.
-Necesito pensar.
-Bien, pues hazlo conmigo dentro.
-Fuera.
-Cuento cinco; Uno… dos… abre lali, tres… rompo la puerta ¿eh?, cuatro…
peter se preparó para chocar con aquel trozo de madera cuando la puerta de abrió.
-Idiiota –refunfuñó ella.
-Yo también te quiero.
Por unos instantes, el corazón de lali se detuvo, pero después comprendió la broma. Se tiró en el sofá de nuevo sin preocuparse por su aspecto, peter ya la había visto de todas las formas posibles.
-¿Qué quieres?
-Ver que estás bien.
-bien, ya lo has visto, ahora vete.
-¿Es necesario que me bardes? Yo no tengo nada que ver.
Ella suspiró.
-Lo siento, estoy enfadada. No soy buena compañía.
-Para mí siempre eres buena compañía…
Ella quiso llorar.
-¿Qué haces aquí?
-Ya te lo he dicho.
-Y yo ya te he dicho que…
-Como me digas que me vaya, no volveré.
Silencio.
-Yo…
-Mira lali, creo que debes de hablar con euge.
-No quiero.
-Es tu amiga.
-Me mintió.
-Por ti, porque pensaba en ti.
-Ja.
-lali, creo que en parte debemos de agradecerle.
-¿Qué, por qué iba a agradecerle nada?
-Yo por lo menos si… por ella te conocí.
-Y yo hice el tonto alrededor tuyo.
-Me encantó. Si no fuera por ella no hubiese conocido a la mujer más divertida y descarada del mundo.
-Muy gracioso.
-Debes hablar con ella.
-¿Para agradecerle, quizás?
-Yo lo he hecho.
-Pues no se por qué.
-Gracias a euge he encontrado el amor.
-¿Qué? –preguntó temblorosa.
-Te amo...

viernes, 26 de julio de 2013

J.C.F CAP: 27~28

Capitulo 27

-He pensado que podemos comenzar una relación seria. Ser novios.
¿Por qué leches pensaba? No debería de pensar tanto.
peter notó la tensión sobre el cuerpo de lali, sabía que no le iba a hacer mucha gracia, pero necesitaba decírselo, era un planteamiento.
-No se que decir… yo… tengo que pensarlo.
-No te preocupes, cariño. Tómate tu tiempo.
Después de aquella declaración buscó su boca y la besó, mientras la acariciaba y desnudaba, hasta acabar en la cama.

Y ahora era otro día, tenía tiempo para pensar, y nada le sentaba bien. Tendría que hablar con euge. Había que aclarar las cosas. Tendría que hablar con los dos. Se iría lejos.
No, antes lo solucionaría todo.
Había quedado con euge aquella tarde, y haría que peter la acompañara, haría que se solucionasen las cosas, y luego… se vería que pasase.
Descolgó de nuevo el teléfono y marcó.
-Hola, cariño –contestó la sensual voz de peter.
-Hola… -fue un tenue susurro que lo asustó. Aquello no le gustaba nada.
-peter… eh…
-¿Qué pasa lali?
¿Por qué tenía ganas de llorar? Aquello era inaudito. Respiró y habló.
-¿Puedes pasar a recogerme a las seis, me gustaría que fuéramos a un lugar?
Silencio.
-Está bien. A las seis abajo.
-Gracias. Adiós.
-Adiós.

El resto del día fue tenso para los dos. lali recogió y limpio su casa, luchando contra todo aquel sentimiento que la inundaba, quería perderse, que el mundo la tragara, quería llorar y deprimirse sola. Y no entendía el por qué.
Amor.
Maldito fuera.
A las cinco se metió en el baño y comenzó a arreglarse tomándose primero una ducha y luego todo el tiempo del mundo.
peter condujo despacio al salir de la oficina… un nudo se alojaba en su estómago. Algo le pasaba a lali, y por lo que presentía no era nada bueno.
Quizás se hubiera pasado haciéndole la proposición la noche anterior. No, no se había pasado. Él jamás le había pedido eso a nadie, y se lo había pensado mucho. Ella era especial, y la quería como algo más que una amante.
Era extraño, parecía el mundo al revés, normalmente las cosas eran al contrarío, él huía, mientras ellas querían un novio.
Curioso.
Llegó y aparcó a las seis menos cinco. lali ya estaba allí, en silencio se acercó al coche y se montó.
Ni un beso. Ni una mirada. Nada.
Malo.
-¿Dónde vamos? –preguntó él.
-A… -ella le indicó el lugar donde había quedado con su amiga, el corazón le latía con demasiada fuerza. ¿Por qué tanto miedo? ¿por qué tener temor?
En poco tiempo llegaron, eran las seis y poco, y había quedado con euge a las seis y media. Bajaron del coche sin ceremonias, y ella caminó por delante.
Él la sujetó por el brazo y la giró.
-¿Qué pasa, lali?
-Nada –susurró ella.
-No me puedes engañar, he aprendido a conocerte.
Sus ojos vacilaron, y le escocieron, bajó la mirada.
-peter, yo…
-Ya se. Espera, me lo veo venir. Me traes a un lugar bonito. Me vas a decir que no confías en mi, que no quieres nada serio conmigo. Que se acabó. Bla… bla… bla…
-No, peter yo…



-¡laliii! –la voz de euge los interrumpió, ella se giró, miró a eugenia, su mejor amiga, y luego miró a peter… su amor.
-¡eugenia, prima! –lali abrió los ojos. Miró a su amiga, quien tragaba saliva- que de tiempo enana –dijo con una enorme sonrisa y corrió a abrazarla.
-Hola peter –contestó una voz apagada, correspondiente a su amiga.
¿Primos? ¿Cómo? Algo fallaba.
-¿Cómo que primos? –preguntó lali en un gemido.
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Capitulo 28



lali aún no salía de su asombro.
Estaba segura de que había oído mal, euge y peter no podían ser… primos.
Si aquello fuera cierto, significaba que su mejor amiga la había engañado, le había mentido.
Un sentimiento de decepción comenzó a inundarla. Rogaba porque fuera un error, porque euge le negara aquello. Vio la mirada de su amiga, y supo que no iba a negarle nada.
¿Cómo había sido tan tonta?
-euge –la llamó en un ruego.
-lali yo…
-euge, explícame, por favor.
-No se que decirte…
-¡La verdad! –exclamó con un nudo enorme en la garganta. peter se acercó a ella al verla en ese estado y la abrazó rodeándole la cintura en un abrazo. No entendía nada.
-¿Qué pasa? –preguntó intentando abrazar a lali, intentando consolarla.
-euge… -rogó la castaña de nuevo
-Verás lali… pensé… pensé que podría haceros bien conocerse.
-¿Qué? ¿Es tu primo entonces?
-Si… -susurró.
-¿Qué pasa? –preguntó peter de nuevo.
-Entonces ¿no te ha roto el corazón ni nada por el estilo no?
-No…
-¿Ni es un mujeriego rompecorazones?
-No…
-Me mentiste… me tomaste por tonta.
-lali yo… necesitabas relacionarte con gente.
-Y me mentiste –repitió.
-¡Si, te mentí! Pero sabía que si te decía para presentártelo te negarías, y gracias a lo que hice se conocen, y parece que se lleván genial. A los dos les hacía falta.
-Supongo que querrás que te de las gracias…
-¡No te he pedido eso! Se que no hice bien… pero es la única forma que se me ocurrió…
-Ya.
-No te enfades, por favor.
-¿Cómo me pides eso? No sabes la de dudas que he tenido, el remordimiento que he sentido… ¡no tienes una idea!
-¿Remordimiento?
-¿Cómo quería que me sintiera bien, después de acostarme con el supuesto ex de mi mejor amiga?
-Oh…
Un nudo se alojó en el estómago de peter, quien comenzaba a comprender todo aquel embrollo.
-¿euge es mi novia con el corazón destrozado? –preguntó confuso.
-¡Si! –casi gritó lali- tu adorable prima me mintió para que te destrozara un poco la vida en su nombre… bueno, era una mentira –después le contó lo que euge le contó a ella.
Silencio.
Una carcajada resonó.
-¿De que te ríes? –preguntaron las dos.
-Debes reconocer que fue divertido.
-Claro… -replicó lali.
-lali, cariño, era muy divertido ver como me perseguías y espantabas a las demás cuando me besabas.
La mirada de lali era asesina. La de euge vacilante.
-No tiene gracia.
-Si que la tiene –la contradijo él.
-No.
-euge… no está bien lo que hiciste, pero yo te doy las gracias.
-¿Qué? –preguntó lali enfadada- Eres tonto, definitivamente eres tonto.
-lali –dijo él en un tono de advertencia- euge, si no le hubieras montado aquella escena, yo me hubiera perdido unas semanas fantásticas, y unas peleas muy divertidas.
-No tiene gracia, ella me mintió.
-Hizo mal…
-No se porque la defiendes –refunfuñó ella.
-lali… -intercedió su amiga.
-Sinceramente euge no tengo ganas de hablar contigo.
La rubia se calló.
-lali –la recriminó peter.
-Mira, dejadme los dos –se quejó aún enfadada.
-Me voy a casa –anunció.
-Espera, te llevo –dijo peter.
-No, mejor quédate con tu prima y cuéntale lo bien que hice el ridículo.
-lali.
-Luego nos vemos… supongo
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BUENO CHICAS AL TERMINAR EL FINDE TERMINA LA NOVELA.... SIII ESTAMOS EN EL FINAL... NO ES COMO USTEDES CEEN EL FINAL -FIRMEN. -BESOS

martes, 23 de julio de 2013

J.C.F CAP: 25~26


Capitulo 25


El colchón se movió a causa de peter, ella suspiró contenta y relajada. De pronto unas manos se cerraron en torno a sus muñecas y la presionaron contra el colchón.
-peter… -jadeó ella.
-Shh –siseó él imitándola. Buscó su boca y la besó con lentitud, perfilándole los labios con la puntita de la lengua antes de adentrarse en las profundidades de su boca- no creías que ya habíamos acabado ¿verdad?
Ella no contestó, no estaba en condiciones, todo pensamiento o explicación desapareció de su mente, en el preciso momento en el que peter descendió sus labios a lo largo de su cuello, en una leve caricia, un gemido se escapó de sus labios, cuando peter capturó uno de sus pezones y los mordisqueó antes de lamerlos.
La espalda de lali se curvó y se retorció bajo el colchón. Sus piernas se separaban como por arte de magia, cada vez más, un gritito se escapó de su garganta cuando peter abarcó su sexo con la palma de la mano, mientras lamía uno de sus erectos pezones. lali alzó su cadera pisando el colchón, cuando él separó los pliegues de su sexo y se adentró en ella con un par de dedos.
Le costaba respirar con normalidad, y mucho más le costaba pensar con claridad.
Sus manos estaban sujetas contra la cama, agarradas por la fuerte mano de peter, su cuerpo ardiente se movía sin cesar, dándolo todo de si.
Sin que ella se diera cuenta, peter la soltó, dejó una hilera de besos sobre su vientre mientras descendía, y se colocó entre sus piernas.
Ella contuvo el aliento.
Hasta que él separó sus pliegues y pasó la lengua de arriba hacía abajo. Un pequeño gritito resonó en la habitación, seguidos de los gemidos que llegaron cuando él aumentó la presión de su lengua, insistiendo en su clítoris, mientras se adentraba en ella con sus dedos. 0.o
lali se retorció aferrándose a las sábanas, de vez en cuando se mordía el labio por no gritar, y sus caderas se mecían de arriba hacía abajo inquietas.
Gritó llamándolo, mientras el orgasmo se apoderaba de su cuerpo, sus ojos permanecían cerrados, y sus caderas se movían empujando la boca de peter. Cuando al fin cesó, cayó sobre el colchón y suspiró con fuerza.
peter se arrodilló delante de ella, y le acarició la parte interna de los muslos, lali aun luchaba contra su respiración, y aún no había conseguido pensar con claridad, él se situó, y antes de que ella pudiera pensar en nada, un grito inundó la habitación en el momento en el que el la penetro.
Arremetidas rápidas y profundas, salvajes. El sonido de sus respiraciones aceleradas, jadeos, gemidos, el sonido de sus cuerpos al chocar, sus voces roncas llamándose y suplicando más y más.
Las declaraciones y peticiones in entendibles.
Él la penetró con fuerza, y ella se aferró a sus hombros, mientras él la embestía una y otra vez, su sexo palpitó abrazándolo, y un grito salió de su garganta cuando un segundo orgasmo se apoderó de ella. peter la miró a los ojos, y la penetró profundamente un par de veces, de alcanzar el clímax y caer sobre el sudoroso cuerpo de su vecina.
lali lo abrazó y respiró profundamente.
-Dios, peter –jadeó.
-Aún quedan muchas horas antes de amanecer –susurró él, apartándole un mechón de pelo de la frente y besándosela.
Definitivamente… le iba a dar una oportunidad a su vecino.
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Capitulo 26

lali descolgó el teléfono y marcó el número de memoria. El timbre del teléfono un par de veces antes de que una voz alegre y familiar contestara:
-¿Si?
-Hola euge.
-¡laliii! –la reconoció su amiga feliz- ¡Cuánto tiempo sin hablar! –que cosa más cierta, últimamente lali había estado absorta en un mundo increíble y no quería salir de él, pero era hora de hablar.
-Si, mucho. –Tenía que ir al grano- euge, ¿podemos juntarnos?
-Por supuesto, cuando quieras, solo dime donde y a que hora, y allí estaré.
-Bien.

Después de quedar con su amiga colgó el auricular y miró la cama deshecha. peter nunca la ayudaba a hacerla, siempre acababa haciéndola ella sola.
Ya era habitual que ambos durmieran en la misma cama, casi podría decirse que convivían juntos.

Después del primer fin de semana que él la llevó a cenar, se habían visto habitualmente, alguno de los dos buscaba una excusa para presentarse en la casa del otro; azúcar, un poco de aceite, comentar algo, creer que se había dejado una prenda…
Un día peter había decidido dejar de lado las malditas excusas que ambos sabían que eran inciertas.
-Hola –dijo cuando ella le hubo abierto la puerta.
-Hola, ¿Qué pasa?
Él fue a buscar algo que decir, pero ¿para qué?
-¿Busco una excusa, o mejor aprovecho el tiempo en otra cosa? –había preguntado él, y sin más cortesía la había besado.

Ahora podría decirse que vivían juntos, quedaban para comer, cenaban juntos, dormían juntos…
Y ambos eran felices, lo pasaban bien, era increíble.
Pero las dudas no dejaban a lali tranquila, el remordimiento. A pesar de que se olvidaba de todo cuando estaba con peter, cuando se sentaba sola los pensamientos la acosaban; ella no debería estarse acostando con peter, ella debía de hacer lo contrarío, había ido a eso.
Sin embargo era en lo último en lo que quería pensar. No quería alejarse de él. No quería dejarlo.
Se estaba enamorando.
Mal asunto.
peter era el ex de su mejor amiga: eugenia. Y le había partido el corazón sin más. Aquello estaba mal, no quería que su corazón sufriese, y a parte de eso, no podía estar con el ex de su amiga.
¿Qué diría euge?
Hasta ahora no había habido problema ninguno, era tan solo sexo: un sexo magnifico, pero sexo.
Cero compromiso, cero todo.
Sexo.
Pero ahora iba a más, no tan solo era sexo. Hacían el amor. Aquellos sentimientos que los inundaban. Quizás debiera de alejarse de peter sin más, dejarlo y ya está.
Podría…
Antes hubiera podido hacerlo… antes, ahora ya no, no después del episodio de la noche anterior…



peter había llegado de trabajar, y directamente había llamado a su puerta.
-¡Hola, preciosa! –había dicho a modo de saludo, antes de abrazarla y besarla.
-Hola, ¿me vas a contar que te pasa? –había preguntado ella.
-Por supuesto, te concierne totalmente.
Estaba contento, ella era feliz al verlo así, e igualmente un fuerte nudo le apretaba el estómago. ¿Qué lo había puesto así, y que tuviera que ver con ella?
-Bueno, cuéntame.
Claro que le iba a contar. Llevaba semanas pensando en ello, sin aún querer dar el paso, inseguridad. Esa era una palabra que definía como se sentía. Pero el estar, el pasar tanto tiempo con lali lo había echo cambiar de parecer. Se lo iba a decir.
La cargó en sus brazos y se sentó en el sofá con ella, jugó con su pelo, le dio un beso en la mejilla.
-He estado pensando… -mal asunto, aquello no sonaba bien- verás, creo que estamos muy bien juntos… -el asunto se ponía peor- nos divertimos, reímos, casi vivimos juntos, y somos dinamita en la cama… -«Dios, dios»- y he pensado en ello. Llevamos casi dos meses juntos, y no juntos… -que se la tragara la pierna- estamos bien así, es algo que me gusta… -bien- pero creo que podemos intentar tener algo más.
-Eh… -él puso un dedo sobre sus labios.

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CHICAS HOY SUBO DOS CAPITILOS PORQUE MAÑANA NO PODRE SUBIR... FIRMEN...
-BESOS

lunes, 22 de julio de 2013

J.C.F CAP: 24



Sus piernas entrelazadas, ambos estaban tumbados a lo largo de la cama, sus manos posesivamente encima del cuerpo contrario.
peter se había dormido con lali, pegada a su cuerpo, la tenía abrazada, una mano descansaba sobre el pecho de la chica, quien jugaba con el pecho de peter.
La oscuridad cubría la habitación caliente.
Le gustaba estar así con él, aunque no estaba seguro de si eso era bueno.
Se levantó de la cama, y entró al cuarto de baño, al salir se quedó en la puerta, mirando como el pecho de su vecino subía y bajaba tranquilo, relajado. Una sonrisa se curvó en su hermoso rostro.
Buscó el armario, y sigilosa se acercó a el, lo abrió y buscó algo, quería algo… corbatas. Eso bastaría.
¿Dónde estaban las malditas corbatas? Si estuvieran en su casa ya tendría solución…
Después de moverse en silencio por la habitación al fin dio con ellas, esperaba no romperlas… bueno, en caso de que se rompieran le compraría más.
Se hizo con tres, y en completo silencio y aguantando la euforia, se acercó a la cama, donde peter dormía. Ató una corbata a cada una de las muñecas de peter, mientras lo hacía notaba como el calor anticipado le recorría el cuerpo. Dios, como iba a disfrutar aquello.
Una vez lo hubo atado, se sentó a su lado, no, quería jugar más, decidida fue a inspeccionar.

peter abrió los ojos, cuando algo frío le acarició los labios, al instante sintió los de lali contra los suyos y los entreabrió dejándose besar, quiso abrazarla, y dando un tirón se descubrió amarrado.
-Pero… -se quejó dando nuevos tirones.
-Shh… -siseó ella- no querrás romper tus preciosas corbatas ¿no?
-lali –gruñó él mirando los amarres de sus muñecas, si tirara un poco más, quizás la partiera, que más daba una corbata más, una corbata menos, tenia para dar y regalar- suéltame –pidió.
La respuesta de lali llegó con un sonido de spray, algo frío le acarició el pecho y siguió acariciándolo hasta la altura del ombligo, él gimió cuando la lengua de lali siguió el mismo recorrido que aquella cosa.
La oscuridad lo cegaba y no sabía que era.
-Sabes tan bien –jadeó ella. El spray sonó de nuevo, y esta vez sintió aquella esponjosa cosa sobre la parte más caliente de su cuerpo, más caliente y dura; su miembro. Un jadeo de anticipación sonó en la habitación- me encanta la nata –dijo ella.
Y su lengua recorrió toda la extensión de peter.
Madre del amor hermoso, peter tironeó de sus muñecas, quería tocarla, acariciarla, sentirla, agitó las piernas, pero entonces lali se sentó sobre ellas, peter alzó la cabeza, justo en el momento en el que sintió la mano de lali cerrándose alrededor de su pene.
Se inclinó sobre él y sus labios se posaron sobre su pene, los entreabrió, y su cálida lengua cayó sobre la erección de peter, antes de comenzar a tomarlo con la boca, despacio.
-lali –gimió él, alzandando un poco la cadera. Ella retiró su cabello y lo echó sobre un hombro, alzó la vista, y agachó la cabeza, tomándolo más, poco a poco despacio, mientras lo acariciaba con la lengua. Los movimientos continuaban, ella subía y bajaba, mientras peter luchaba contra aquellas malditas corbatas- Dios, lali –gruñó él.
Estaba tan cerca… tan cerca… dios.
Y entonces lali se retiró. Mirándolo, lali se colocó sobre él a horcajadas, su sexo rozaba el miembro de peter, el cual agarró, se dejó caer un poco sobre él, sintiéndolo más cerca, y luego se acarició de arriba hacía abajo, antes de colocarlo contra su entrada nuevamente.
Jadeó.
«Dios, dios, dios» no iba a gritar, aunque no podía evitar el calor que la consumía.
Apoyó las manos abiertas en el vientre de peter y se fue dejando caer sobre él, dejando que la llenara poco a poco, despacio, cerró los ojos, cuando en los últimos instantes se dejó caer sobre él con fuerza. peter gruñó, ella se mordió el labio.
Con los ojos cerrados, y apoyada con las manos sobre peter, comenzó a moverse, subiendo y bajando sobre su miembro, cada vez más y más rápido. Notó las paredes d su vagina contraerse, y se dejó caer sobre él con fuerza, buscando su liberación. peter se tensó en su interior, y gritó el nombre de su vecina, mientras tiraba con fuerza de las corbatas luchando por poder tocarla. lali sonrió y se detuvo, él había alcanzado el orgasmo; le tocaba a ella. Se aferró a los hombros de peter, y buscó su boca besándolo mientras se movía encima suyo con desesperación. Gimió mientras lo besaba, deteniendo a veces el beso mientras su sexo palpitaba. Dando un grito, se movió por última vez, y se detuvo dejándose caer sobre peter.
En el silencio de la habitación se oían sus respiraciones irregulares, que luchaban por volver a la normalidad. Los jadeos y suspiros que algunas veces soltaban.
-lali…
-¿Mmm? –susurró ella soñolienta.
-¿Me desatas?
De un salto ella se incorporó, pero volvió a relajarse.
-No se… -dijo juguetona, aunque en un principio se había olvidado completamente de ese detalle.
-Vamos, cielo.
Con una sonrisa ella le quitó los nudos, y le besó las muñecas que tenían la señal de las corbatas.
-Siento mucho que te hayas echo daño.
-No pasa nada –contestó él. lali se recostó a su lado y cerró los ojos.

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-bueno ustedes querian ZARPADO ahora tienen ZARPADO..... 

-falta muy poco para el final... firmen y comenten como creen que sera el final  -BESOS

domingo, 21 de julio de 2013

J.C.F CAP: 22~23

Capitulo 22


-¿Y bien, por que me traes a un lugar así?
-Te quería para mi solo –contestó seductor.
lali se concentró en la comida, que estaba deliciosa, ambos comieron al principio en silencio, y después charlaron sobre temas sin importancia.
-Estaba muy bueno –dijo ella.
Él se levantó de su silla, y se colocó delante de ella.
-¿Bailas? –preguntó extendiéndole una mano. Sonriente ella aceptó su mano y él la sacó a bailar, en medio de la nada.
Pegados, cuerpo con cuerpo se movieron al compás de la música, un compás lento y suave, sus cuerpos se balanceaban con sensualidad, rozándose. Abrazados, bailaron un largo rato, las manos de lali jugaban con el sedoso pelo de peter, y las manos de él la apretaban contra su cuerpo.
lali reposó su rostro en el pecho de peter, y él hundió su cara en el cabello de ella, para bajar hacía el cuello, donde paseó los labios de arriba hacía abajo, haciendo que el cuerpo de la muchacha se estremeciera.
lali alzó la cabeza, y clavó sus ojos en los de peter. Poco a poco él se inclinó hacía ella, y rozó sus labios contra los de lali, sus alientos acariciándose. Sus bocas se fundieron en un beso suave y tierno, que poco a poco fue intensificándose. Sus lenguas juguetonas se encontraron, entrelazándose. Las manos inquietas, jugaban sobre el cuerpo del contrario.
El tiempo se detuvo, no había nada más que ellos dos, y las sensaciones que los invadían.
-Mmm…
-¿Qué pasa? –preguntó peter en un susurro ronco, mientras le acariciaba los labios con los suyos. Dios, se estaba tan bien así.
-Nada… -contestó ella- me gusta esta tregua.
-Bien, a mi también –estuvo de acuerdo él mientras la besaba de nuevo.
El tiempo pasó volando. Era gracioso, cuando estaban separados luchaban contra el reloj, suplicando que la aguja fuera más rápido, y sin embargo en ese momento darían lo que fuese por hacer que se detuviera.
Estuvieron bailando mucho tiempo, sin rumbo, tan solo se movían a la vez que se besaban y acariciaban, simples caricias cargadas de significado.
-Creo que… es muy tarde –susurró peter, será mejor que te lleve a casa.
-No, a mi casa no –contestó ella sin pensarlo.
-¿Qué?
-¿No me vas a invitar a tomar un café, o una copa…?
-Claro que si.
peter se aferró a la cintura de lali, y la abrazó con sus brazos. Caminaron dando tumbos por la calle, riéndose de nada. La risa era contagiosa, y cuando se reía uno se reía el otro.
-¿De que nos reímos? –preguntó lali.
-Tú te ríes porque me tropecé.
-Ya eso si –dijo riendo de nuevo al recordarlo- ¿y tú, de que te ríes?
-No lo se –contestó entre risas, peter.
Poco después ambos subían en el ascensor. lali apoyada en su pecho cerró los ojos y dejó su mente volar.
Lo iba a hacer, iba a terminar de disfrutar la noche.
Se despegó de él cuando salieron del ascensor y caminó dando saltitos hasta la puerta de peter, donde se apoyó dejando sitio para que pudiera meter la llave.
Cuando él se puso delante de la puerta, y fue a insertar la llave, ella rodeó el cuello de peter con sus brazos, y le besó el cuello.
-lali… -la advirtió él ronco.
-Mmm… ¿Qué? –la lengua de la chica lamió el cuello de peter, haciendo que se estremeciera, su entrepierna sufrió un tirón.
-Como sigas así, no habrá copa, ni café…
-Prefiero tus labios –susurró ella.
-Mira que cursi nos salió –se burló él, encantado con la declaración.
-Solo por hoy…
-Ya veremos.
peter abrió la puerta, y se adentró en la casa, cargando a lali en sus brazos, sus bocas se devoraban con pasión y desenfreno, a tientas, a ciegas, se dirigió a su habitación, y cayó boca arriba con lali encima suyo.
Sus manos inquietas acariciaron las piernas de lali, subiendo por todo el muslo hasta acariciarle el trasero, masajeándolo, un gemido escapó de entre los labios de lali mientras lo besaba con desesperación.
-Creo que hemos bebido un poco de más –dijo él.
-No –susurró ella, mientras él subía las manos por su espalda, levantando el vestido todo lo que podía.
De repente se detuvo. No, tan rápido no, y además, quería mandar. Ella iba a llevar el control.
-Shh –siseó cuando peter abrió la boca para protestar




Capitulo 23


Sentada a horcajadas sobre peter, acarició con los dedos, índice de ambas manos, el cuello de peter, descendiendo hasta los botones de la camisa, mientras lo miraba a los ojos, desabrochó los botones, y le acarició el pecho.
-Ayúdame –pidió tirando de sus manos y levantándose un poco.
peter se incorporó y se deshizo de la camisa, y la chaqueta, mientras, ella luchaba con su cinturón y el botón de sus pantalones. peter se puso de pie, cuando ella se levantó y se quitó todo menos los calzoncillos, en los cuales la enorme erección no pasaba desapercibida. Intentó alcanzar a lali para desnudarla, ansiaba sentirla, su cuerpo desnudo contra el de ella…
Pero lali se escapó de él, y rió tontamente.
-¿Dónde te crees que vas? –preguntó en tono grave.
-Calla, gruñón –rió ella.
Entonces se acercó a él, y lo empujó sentándolo en la cama, colocándose delante de él, deslizó una mano hacía atrás, desabrochó el vestido, aunque lo sujetó. Le encaba tener la atención de peter, toda su atención, y su cuerpo preparado para ella, como el suyo lo estaba para él.
Se giró, y dándole la espalda, dejó que el vestido negro cayera al suelo, y quedó tan solo con unas braguitas, y los altísimos zapatos de tacón negros. La boca de peter se hizo agua, sin hablar de la parte de su cuerpo que más lo sintió.
Se levantó y se acercó a ella, la abrazó desde atrás, pegando su erección contra ella, haciéndola jadear. Sus manos nerviosas, acariciaron el vientre de la chica y ascendieron hasta alcanzar sus redondeados senos. lali gimió y las rodillas le temblaron, sin poderlo evitar, echó la mano hacía atrás hasta alcanzar su erección.
Se giró entre los brazos de peter, y lo miró a los ojos, él agachó la cabeza y tomó entre los dientes uno de sus descarados pezones, haciéndola temblar.
Dios, nada de calma, nada de llevar el mando. Solo disfrutar.
Tiró de sus braguitas hacía abajo, y las pateó cuando alcanzaron el suelo, luego le quitó los calzoncillos a peter.
Los brazos de peter la rodearon y la alzaron un poco. lali subió una de sus piernas intentando alcanzarlo, y de pronto cayó sobre el colchón.
Una pierna a cada lado, peter entre ellas, sus manos inquietas acariciaban sus cuerpos ansiosos. Sus bocas se devoraban.
La boca de peter descendió hasta el cuello de lali, quien se aferró a su pelo, mientras echaba la cabeza hacía atrás.
Un gritó se escapó de entre los labios de la castaña, su cuerpo se arqueó y cerró los brazos en torno a peter, abrazándolo. La había penetrado profundamente, había entrado en ella de una sola y concisa embestida, llenándola completamente.
El sexo de ella se contrajo alrededor de peter, abrazándolo.
Él la miró a los ojos, y buscó su boca, los pies de lali alcanzaban el suelo, y los levantó.
peter comenzó a moverse, entrando y saliendo de ella, con embestidas largas y profundas, haciéndola decir palabras sin sentido. Los ojos de lali se cerraron, y las yemas de sus dedos se aferraron a los hombros de su vecino, le rodeó la cintura con las piernas, y se movió con él.
peter se notó tensar… estaba tan cerca. Se concentró en sus penetraciones, y buscó la boca de lali.
-Dios peter –gimió ella en un lloriqueo- oh dios.
-Vamos, nena –gimió él, mientras se hundía en ella- vamos –jadeó.
Las palpitaciones del sexo de ella, lo estaban llevando a la locura, se enterró con fuerza en su interior, y el grito de la chica llamándolo llenó la habitación, entonces se dejó llevar, junto a ella, llamándola entre gruñidos. Antes de caer sobre el cuerpo sudoroso de la castaña.
La abrazó, y en silencio rogó para que ella no hiciera nada para estropear el momento.
-¿Qué tengo? –preguntó ella cuando él la miraba medio aterrorizado.
-Nada, estoy esperando uno de tus ataques.
-¿Cómo?
-Nada.
-peter… -él se tensó- no voy a ir a ningún lado, de hecho creo que tenemos una preciosa y larga noche por delante.
Quizás era momento de darle una oportunidad a su vecino
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bueno chicas lo prometido es deuda y aquí están dos capítulos wajajajaja me pedían el zarpado... bueno ahí esta.... firmen 

-chicas voy a entrar nuevamente al cole así que no podre subir maratón en la semana y solo un capitulo por día...
                                                                       -BESOS...

viernes, 19 de julio de 2013

J.C.F CAP: 21



Lali esperó a que la morocha se despidiera con una sonrisa amable y de disculpa, cuando se alejó lo suficiente como para no verla, ella se soltó de peter relajando el cuerpo.
-¿Dónde te crees que vas, por qué te alejas tanto?
-Mmm… no se, ¿quizás por qué se ha ido?
-¿Y? Recuerda, hoy estamos tú y yo, sin juegos, somos adultos, vamos a comportarnos –dijo peter, bajando el tono hasta hablar en un susurro, mientras colocaba una mano en la parte baja de la espalda de lali, para acercarla a él- solos tu y yo… -murmuró.
La boca de lali se secó, un estremecimiento recorrió su cuerpo, y le flaquearon las rodillas, dios, ¿Qué le hacía ese hombre?
Entreabrió los labios, secos, y se pasó la puntita de la lengua, humedeciéndolos, llamando así la atención de peter, quien siguió aquel gesto con los ojos, hipnotizado.
-peter…
-¿Te he dicho lo sexy que vas esta noche, y lo peligroso que es lo que acabas de hacer?
-peter… -lo llamó en un susurró suplicante.
La boca de peter se unió a la suya en un beso tierno y sensual, un beso largo y prometedor, él se abrió paso con la lengua entre los labios de la chica y se adueñó de su boca, besándola con más intensidad. Sin darse cuenta, ella rodeó el cuello de peter con los brazos, y se pegó a él.
Poco a poco el beso se hizo suave hasta que finalizó.
-Creo… -dijo él en un jadeo- que si seguimos así, no vamos a cenar.
Confundida y con la mente nublada por el deseo, lali parpadeó varias veces, haciéndose consciente de la situación, del lugar en el que estaba y de lo que estaba haciendo.
El color escarlata resaltó en su hermoso rostro inundando sus mejillas. Y con cuidado se separó un poco de él, todo lo que peter le permitió.
-No te alejes… no ahora.
A la muchacha se le encogió el estómago, un nudo se alojó en su vientre, y su corazón latió con fuerza.
No sabía que decir.
Abrió la boca, para volver a cerrarla, y a abrirla de nuevo, pero no sabía que decir, de nuevo unió sus labios. peter la miró con una sonrisa. La noche iba bien, le gustaba.
Con un brazo rodeó la cintura de lali y la pegó contra él, le gustaba sentirla cerca suyo, hundió su rostro en el cabello castaño e inhaló su aroma, disfrutando de él, embriagándose.
-¿Quieres tomar algo de que vayamos a cenar? –preguntó él con un tono ronco en la voz.
-No, así está bien –contestó ella, devolviéndole el abrazo, estuvo a punto de deslizar su mano hasta el trasero de peter, en un gesto posesivo, pero se contuvo.
Salieron del bar, después de que peter pagara la cuenta. Caminaron en silencio un rato por la calle a solas.
-¿Dónde me llevas a cenar?
-Ya verás…
El frío de la noche acarició sus cuerpos, y ella aprovechó para pegarse más a peter, quien la abrazó. Pegados, caminaron dando pequeños pasos. La curiosidad mataba a lali, ¿Dónde la llevaba? Iban a cenar, pero, ¿Dónde?
La curiosidad fue calmada, cuando poco después llegaron a una pequeña terraza, donde había puesta una mesa.
-¿Qué es esto? –preguntó ella.
-Nuestra mesa.
-¿Cómo?
-Vamos a cenar aquí, una persona nos va a servir la cena, ya está todo preparado.
-Pero… ¿y si no venía, que ibas a hacer entonces?
-Me arriesgué. Además, sabía que vendrías.
-Engreído.
Él sonrió, y colocando la mano en la parte baja de la espalda de lali, la condujo a la terraza retirándole la silla, esperó a que se sentara y luego se sentó enfrente, una sonrisa burlona se alojaba en el rostro de la chica.
-¿Qué pasa? –preguntó él.
-Si al final va a resultar que eres un caballero y todo.
-No lo dudes.
-Bueno… -se burló ella.
Una música suave llenó el ambiente, peter hizo sonar una campanita y un señor muy serio salió y les tomó nota. Después les sirvieron la cena.
-Y ¿puedo preguntar por que me traes a un lugar tan alejado?
-Puedes preguntar…
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bueno chicas quisas mañana suba maraton-
quieren MARATON ---- firmen...
                                                                            -BESOS

jueves, 18 de julio de 2013

J.C.F CAP: 20


-Miierda, miierda y más miierda.
¿Por qué no conseguía sacarse al estúpido de su vecino de la cabeza?
Ocho y cuarto.
-Jodete –susurró. Maldito tiempo, que lento era…
Lo peor era que ella se había duchado, sin querer se había arreglado el pelo, y se había maquillado, pero estaba vestida con un viejo camisón. Su vestido verde estaba sobre la cama y los zapatos a los pies de dicha cama.
Pero ella no quería ir con peter, si había preparado todo aquello era porque a lo mejor más tarde salía a tomar algo, una copa, a buscar compañía… no lo sabía.
Cogió el libro que había intentado comenzar a leer tres veces y leyó por décima vez el primer párrafo. Enseguida lo cerró y maldijo por lo bajo. Las ocho y veinticinco.
Maldita fuera todo.
Se levantó y se quitó el camisón mientras se dirigía a su habitación, se puso el vestido negro, se puso las sandalias negras, y se retocó un poco el maquillaje. Cogió su pequeño bolsito negro introduciendo lo necesario y se ahuecó el pelo. Mirándose en el espejo de la salita se dijo que estaba bien.
Las ocho y treinta y cinco.
-Miierda.
Esperaba que aún estuviera en el bar de abajo.

lali entró en el bar como una princesa, todas las miradas masculinas se clavaron en ella, e vestido voló alrededor de sus piernas cuando se giró, su pelo se elevó y cayó sobre sus hombros.
Pero a ella no le importaba nada de eso, no quería la atención de nadie, mas de su vecino… ¿Dónde estaba?
Era el único que no se había girado, su atención estaba clavada en una preciosa morocha que se reliaba el pelo en un dedo.
peter no tardó en notar la presencia de su vecina a su lado, había asistido. Bien. No lo había defraudado.
-¿Llego muy tarde, cariño? –preguntó ella mientras rodeaba uno de sus brazos alrededor de la cintura de peter.
-Claro que no, cielo –contestó él dándole un beso en la comisura de los labios.
Bien, la noche había empezado como uno se sus juegos. ¿Cómo acabaría?
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bueno chicas este es el ultimo del dia les dejo mi twiter por cualquier cosa https://twitter.com/gomacka firmen.... -BESOS  

J.C.F CAP: 19


Ella se levantó y abrió la puerta de su casa se dirigió al sofá y soltó todas las cosas, de nuevo fue a salir para recoger su bolso, pero se encontró a peter en la puerta con su bolso colgado de un dedo.
-Gracias –dijo ella arrebatándoselo.
Volcó todo el contenido del bolso sobre la mesita y comenzó a comprobar si estaba todo.
-No te he quitado nada –dijo peter en un tono burlón.
-Ja, ja, ja –contestó ella- muy gracioso, compruebo que todo esté bien, y no se haya perdido o partido nada. Por cierto ¿Qué haces aquí?
-Que amable por tu parte.
-No pretendía ser amable.
-Si, me he dado cuenta –contestó haciendo una mueca.
-Bueno –lali se sentó en el sofá y se quitó los zapatos de tacón colocándolos a un lado- ¿en que puedo ayudarte?
peter sonrió con picardía ¡oh, dios, si dijera todo en lo que la requería…! Cerró la boca conteniendo la sonrisa. Se fijó como lali comenzó a moverse por el salón sacando cosas de la cantidad de bolsas que tenía.
La vio sacar libros y colocarlos en un montón sobre la mesa.
-Bueno yo… -lali se movió por el salón, colocó los libros en una estantería donde había más libros del mismo estilo, ella dejó uno sobre la mesa y él se fijó en la portada que era muy erótica y se perdió en sus pensamientos ¿Qué estaba diciendo?
-peter –lo urgió ella, mientras volvía delante del sofá y sacaba ropa de una bolsa, la extendió sobre el sofá, dios lo iba a volver loco como no parara quieta.
¿Dónde estaba? Ah si…
-Bueno, he pensando… -lali desapareció por el pasillo y entró en una habitación- ¿puedes estarte quieta un momento? Intento invitarte a cenar.
Ella paró en seco.
-Yo… -dijo en un susurro, sosteniendo unas cuantas prendas de encaje. La boca de peter se hizo agua, Dios ¿por qué le había tenido que detener cuando tenía esas cosas en la mano? Se las imaginaba sobre ella… él se encargaría de quitárselas.
-Esperaré que termines de guardar… eso.
lali miró sus manos y se sonrojó.
-Ahora vuelvo.
peter se sentó en el sofá y fijó de nuevo la vista en aquella portada, no le hacía nada bien mirar aquello, le gustaría que fueran él y lali…
Miró hacía su lado y se fijó en las bolsas que aún quedaban.
¿Pero que compraba esa mujer?
-Habrás dejado a la tienda sin nada –le dijo cuando la oyó entrar de nuevo en el salón.
-Ja, ja, muy gracioso. Bueno ¿Qué decías?
-Termina de guardar, si quieres.
-Quedan zapatos, pueden esperar.
Ella quitó las bolsas del sofá y las colocó a un lado. Sin poderlo evitar buscó la caja de las sandalias negras y la sacó. Quería verlas de nuevo. Le encantaban.
Colocó la caja sobre la mesita y la abrió, sacó una de las sandalias y comenzó a observarlas.
La boca de peter se secó al imaginarlas con aquellos altísimos zapatos, con aquellos zapatos y el conjunto negro que le había visto de lencería.
«Oh, dios» dijo para sus adentros. Se removió en el asiento, imaginar aquello no era nada bueno, nada bueno para su entrepierna.
-peter –lo llamó ella.
-Oh, perdona. Verás… -que difícil era, jamás le había costado nada pedirle salir a alguien, quizás era porque la gente se le acercaba, y estaba el echo de que no solía invitar a mucha gente a cenar- bueno, he pensado que quizás… podríamos salir a cenar… juntos.
-Yo… no se que decir.
-Podrías probar diciendo «si»
lali agachó la cabeza, y suspiró.
-No me parece buena idea. Siempre acabamos pelando.
-No tenemos porque acabar así, somos adultos, sabemos comportarnos.
-Ya…
-¿Entonces?
-No se que ponerme.
-Pues te has comprado muchas cosas.
-Pero es que no me he duchado ni nada.
-Es temprano, puedo esperar.
-No se, es que…
-¡Deja de ponerme excusas! –se quejó peter.
-Yo…
-Mira lali, quería ser amable, he pensado que salir a cenar nos ayudaría conocernos, podemos pasar un buen rato juntos, tanto fuera como dentro de la cama, y te lo quería demostrar, pero si me pones excusas no consigo nada.
peter se levantó del sofá, y caminó con decisión hasta la puerta.
-peter…
-lali, son las seis de la tarde. A las ocho y media saldré de mi casa, si quieres venir conmigo, te espero en la puerta, si no estás, estaré en el bar de abajo un rato. Luego me iré, te dejo en las manos la decisión… -abrió la puerta de la calle- ¿Qué otra opción me queda? –preguntó para si mismo riendo irónicamente- espero que vengas –añadió.
Luego la puerta se cerró y volvió a dejarla sola y aturdida.

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miércoles, 17 de julio de 2013

J.C.F CAP: 18


Viernes.
Último día de la semana laborable, por fin llegaba el deseado fin de semana. Normalmente a Peter no le importaba en absoluto ir a trabajar, le gustaba su trabajo, disfrutaba de el. Le gustaba el ambiente de la oficina, y las charlas con los amigos sobre las chicas, las conquistas, todo eso era genial… hasta ahora.
Desde el lunes, se descubrió deseando volver a casa para ver a su maldita y sensual vecina. Y desde la noche anterior, la quería ver más que nunca. En principio quería volver porque no había podido pegar ojo en toda la noche, y no se enteraba de nada de lo que leía. El día estaba siendo horrible. Su secretaría le había tenido que repetir unas cuantas de veces la misma cosa. Su mente se iba.
Pero sobre todo la quería ver, quería ver aquellos ojos marrones de nuevo. Dios ¿Por qué siempre después de un buen polvo todo se fastidiaba? Joder. Le hubiera gustado disfrutarla más, le hubiera gustado hacer el amor más veces… toda la noche a ser posible.
Frustrado miró el reloj ¿Por qué pasaba tan lento el tiempo cuando uno quería que se acabara el día?
Se imaginó a su vecina con su bella sonrisa, sentada en la misma terraza que la otra vez, seguramente alguno de los tíos pegajosos se le acercaría… y él estaría al acecho para espantarlos.
Volvería por ella, le demostraría que no había tenido nada que ver con su amiga, se acostaría con ella, y después todo volvería a la normalidad.
No, primero iba a disfrutar un poco de ella; la iba a llevar a cenar.
-Si… -susurró.
Le demostraría que no era lo que ella pensaba. Se imaginaba la cara de sorpresa de lali cuando se presentara en su puerta y la invitara a salir; una sonrisa se alojaba en aquel hermoso rostro. Pero la realidad lo golpeó, quizás se resistiera… su vecina era una mujer difícil; pero él la convencería. Si… saldrían juntos esa noche.
Una tregua de una noche.
Solo rogaba que la tregua no fuera como la del día anterior.
Utilizaría toda su persuasión, le llevaría flores… sería amable… si, aquello era pan comido.

Bolsas. Bolsas. Bolsas y más bolsas.
¡Como le gustaba ir de comprar! Sobre todo para quitarse el estrés. Mirar ropa, zapatos, bolsos, libros, y demás cosas la había ayudado para olvidarse un poco de su vecino… tan solo un poco. Pero algo era algo. Necesitaba quitárselo de la cabeza, su imagen la acosaba, sus caricias, sus manos su boca, todo él la acosaba, no podía ni cerrar los ojos.
Por eso mismo, después de haber pasado una noche muy agitada entre sueños muy movidos. Decidió irse de compras.
Se había pasado horas y horas mirando y probándose primero ropa, después había ido a mirar bolsos, más tarde se había ido a la tienda de lencería y se había comprados unos cuantos conjuntos de una sexy ropa interior, aquello la hacía sentir femenina y segura. Después se había dirigido a la zapatería, donde se había comprado tres pares de tacones de aguja y unas zapatillas. Y por último se había dedicado a mirar libros, allí se había pasado horas, eligiendo, leyendo sinopsis, pasando de uno a otro sin saber cual coger; como solución se había comprado casi todos los que le interesaban.
Y ahora iba cargada como una mula, con montones de bolsas.
Deseaba llegar a casa y soltarlo todo. Se ducharía y estrenaría uno de los trajes que se había comprado, y las fabulosas sandalias de tacón negras, se iría por ahí un rato.
Aunque pensándolo mejor, quizás hiciera eso al día siguiente. Le apetecía tirarse en el sofá con uno de sus libros, y un enorme vaso de coca-cola.
No estaba segura.
Bueno, ya lo decidiría más tarde.
Las puertas del ascensor se abrieron y ella sujetó con fuerza sus bolsas, salió de el y paró delante de la puerta de su casa, haciendo malabares rebuscó en su bolso y sacó las llaves.
El bolso en la boca, los brazos cargados de bolsas, las llaves sujetas con dos dedos mientras intentaba ver.
-¿Se puede saber donde has estado?
Pum… ella dio un brinco, soltó un grito de susto, haciendo que el bolso cayera y su contenido se esparciera.
-¡ahh, peter, que susto! –gritó ella.
-Lo siento –se disculpó él- no pretendía… asustarte.
-Bien, pues tu propósito ha sido nulo, ¡me has asustado! Y mira como está todo…
lali alzó los brazos colocando las bolsas bien, y se agachó, en seguida las bolsas bajaron y se apoyaron en el suelo, enfadada y frustrada, volvió a hacer el intento, aquello era surrealista, ¿Por qué no dejaba primero las bolsas? peter se agachó a ayudarla y comenzó a recoger y echar dentro del bolso.
-Lo siento, lali. No pretendía asustarte así.
Ella suspiró.
-No te preocupes, peter. No pasa nada.
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chica sigan en twitter ya que yo siempre abiso cuando subo un  capitulo aquí esta https://twitter.com/gomacka

J.C.F CAP: 17



Como una muñeca sin vida, lali cayó sobre peter, sus cuerpos cubiertos por una capa de sudor eran uno. peter besó el hombro de lali y la abrazó sintiéndola más.
Durante un tiempo permanecieron en silencio, abrazados, sus respiraciones que luchaban por volver a la normalidad era lo único que se escuchaba en aquel salón.
-Eres fabulosa –murmuró Peter, haciéndola incorporarse para besarla.
Un sentimiento extraño invadió a lali. Aquello no estaba bien. No debía de haber sucedido. Ellos no deberían de haberse acostado.
Pero…
«Nada de peros» se recriminó. Se supone que ella iba a ir a defender a su amiga. Pero todo se había vuelto extraño, peter no era como pensaba, no era tan mujeriego, y ella se estaba cansando de luchar, y de hacer el tonto, él le había dado la vuelta a la tortilla y lali veía aquello como una pérdida de tiempo.
Nerviosa se levantó y se puso a vestirse.
-¿Qué te pasa, cielo?
-No me digas así… ahora no hay público.
-¿Y qué?
-Nada.
-¿Qué te pasa, lali?
-Nada.
-ya. Dímelo.
-No me pasa nada. Esto no debería de haber pasado.
El estómago de peter se encogió.
-¿Y el baño?
-Al fondo a la derecha –susurró ella.
peter recogió su ropa y desapareció en el baño.
Cinco minutos después lali dio un salto del sofá al oír la puerta, estaba dispuesta a pedirle que se fuera, no, no se lo iba a pedir, lo iba a echar.
-peter será mejor que…
-¿Por qué tienes miedo?
Aquello era indignante.
-¿Miedo, de que mierda hablas?
-Tienes miedo.
-Estás loco. Yo no tengo miedo.
-¿No, entonces porque te empeñas en negar que nos atraemos?
-No me da miedo nada, simplemente no me tendría que haber acostado contigo.
-¿Por qué no? No podrás decir que no conectamos. No lo puedes negar.
-No pretendo negar nada. Simplemente no debería de haber sucedido.
-¿Por lo de tu amiga?
-¡Si, por mi amiga! –él maldijo por lo bajo.
-Mira, no se quien es tu amiga, pero como me la encuentre vamos a tener un par de palabras. Hace años que no mantengo una relación sería, y no creo que una con la que me he acostado una noche se haya enamorado de mí, así que esto no tiene sentido. ¿Por qué no llamas a tu amiga y quedamos?
-Déjame, será mejor que te vayas.
-¡Llámala!
-¡Déjame!
Las manos ansiosas de peter, cogieron a lali de las muñecas y tiró de ella pegándola a él.
-No quiero dejarte –la respiración de lali se agitó un poco.
-peter suéltame.
-¿Por qué te empeñas en resistirte? No sirve de nada.
-Yo no me resisto. Quiero que te vayas.
-Ahora me voy. Pero volveré lali, te quiero en mi cama, y tú me quieres en la tuya. Y vamos a acabar en la cama. Los dos lo deseamos.
La boca de peter cubrió la de lali en un beso intenso y acelerado, cuando ella comenzó a rendirse, él se separó. Y con los ojos cerrados, lali escuchó la puerta cerrarse.
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chicas hoy subo 3 capitulos 
firmen plisss                       -Besos