miércoles, 29 de enero de 2014

CAPITULO: 73-74


Cap 73

Llegamos a su departamento y nos sentamos en el sillón, lali fue por unas sodas a la cocina y después regresó a mi lado y le conté otro poco de mi historia.



– ¿De verdad nunca consideraste dedicarte a la actuación? – preguntó levantando una ceja.

– No, siempre me gustaron los negocios.

– Es una lástima, en serio que eres un gran actor, jamás me imaginé que te hubieras puesto celoso el día del partido.

– Bueno, no los sentí tan intensos como en las ocasiones posteriores.

– Y yo pensando mal de eugenia y ni al caso.

– En ese aspecto jamás te he mentido, desde un principio te dije que sólo era mi amiga.

– Lo sé, pero, ¿cómo no querías que pensara mal si como se llevaban?, sobre todo el día que llegamos a Las Vegas.

– Eso te lo contaré mañana, ahora debo irme porque ya tengo sueño, el champagne ya me está haciendo efecto.

– Quédate, te prometo que no más pruebas, además, aunque quisiéramos hoy no podemos, estoy en mi período.

– Está bien corazón, me quedo.



Nos preparamos para dormir y de nuevo nos acostamos abrazados. A la mañana siguiente desperté y lali no estaba a mi lado, me levanté al baño y al salir ya me estaba esperando con el desayuno.



– Buenos días mi amor – dijo y me dio un beso en los labios.

– Buenos días corazón.

– Ahora me toca consentirte, me levanté muy temprano a prepararte el desayuno, hice pancakes.

– Gracias, no tenías que hacerlo.

– Claro que sí, tú ya has hecho mucho por mí, es justo que yo te lo retribuya.

– Me conformo con saber que me amas como yo a ti.

– Eres tan bueno peter, a veces siento que no te merezco.

– No digas eso, sólo tienes que controlar tus hormonas, no quiero ni imaginar cómo te pondrás cuando estés embarazada.

– Me asusta, aunque no lo creas, ¿me tendrás paciencia?

– Por supuesto, te amo.

– Yo te amo también y mucho.

Nos besamos por unos minutos y después nos sentamos en la cama a desayunar mientras veíamos la televisión. Después ella se bañó y en tanto se vestía yo me bañé también. Cuando estuve listo la abracé por la cintura.



– ¿Qué te parecería ir a andar en bicicleta?

– Me encanta la idea, hace mucho que no lo hago, creo que ya hasta se me olvido.

– Lo que bien se aprende jamás se olvida.



Le di un beso en los labios y después salimos del departamento. Fuimos a un parque cercano donde rentan bicicletas e iniciamos un recorrido, al principio le costó un poco de trabajo, pero después hasta me ganó en una competencia que hicimos. Ambos nos reíamos y estábamos explorando una nueva faceta de nuestra relación, me encantaba que se diera cuenta que no sólo éramos compatibles en el sexo, sino en muchas otras actividades y que definitivamente no era ese el aspecto que nos unía, a pesar de que así hubiera empezado lo nuestro.



Después compré un par de helados y nos sentamos en una banca a comerlos mientras veíamos a la gente que pasaba. Empezamos a contarnos anécdotas de nuestra infancia y nos reíamos como un par de niños, de repente se puso seria y triste, puse mi mano sobre su rostro y le acaricié su mejilla con mi dedo pulgar.



– ¿Qué te sucede corazón? – pregunté preocupado.

– Me acordé de la última vez que mis padres me llevaron a andar en bicicleta.

– ¿Quieres contarme?

– Sí, tenía cinco años y apenas había aprendido a sostenerme sin las ruedas de soporte, mi papá fue a comprar unas paletas y mi mamá se distrajo porque un hombre le preguntó la hora, yo tomé demasiada velocidad y no pude frenar así que me estampé contra un árbol, me abrí la ceja y me fracturé la muñeca, me puse a llorar y a pesar de eso y del dolor me di cuenta como ellos discutieron y se reprocharon el uno al otro por no estar atentos en mí, tres días después mi mamá me dijo que mi padre ya no viviría con nosotros, todavía lo recuerdo bajando las escaleras cargando una maleta, me abrazó y me aseguró que me quería y que eso no tenía nada que ver conmigo, aunque en ese momento yo pensaba que sí, las cosas ya no volvieron a ser iguales, Mi mamá se volvió amargada hasta que años después conoció a su esposo actual, entonces empezó a comportarse como una adolescente y por eso decidí irme a vivir con mi papá, a quien sólo había visto cada quince días los años que viví con ella.

La abracé fuertemente, ella hundió su cabeza en mi pecho y empezó a sollozar, le acaricié su espalda, me afligía tanto verla así, no tenía idea de cómo había sido la separación de sus padres y debió haber sido terrible para ella pensar que tenía la culpa, cuando en realidad había sido porque se les acabó el amor de pareja, tal vez por un mutuo descuido. 



– También por eso tengo miedo, no quiero pasar por lo mismo peter, no quiero tener que explicarle el día de mañana a mis hijos porque su padre y yo no estamos juntos, no quiero ser juzgada ni tener una familia rota.

– Mi amor, a nosotros no nos va a pasar lo mismo – le aseguré separándome para tomar su rostro entre mis manos – nunca permitiré que nuestra relación se enfríe, te conquistaré día a día durante toda la vida, aunque tenga 80 años, siempre te voy a cuidar y a amar.

– Yo también a ti – puso su mano sobre mi mejilla – ayer tuviste tanta razón al decirme egoísta, una relación es de dos y ambos tienen que poner de su parte para que funcione, he sido una tonta todos estos días, exigiéndote cosas que no debía, imponiéndote reglas absurdas sólo por justificar mis temores y tú sí has sido un santo, aceptando sin chistar mis estupideces, hasta que ayer logré sacarte de tus casillas y con toda la razón del mundo.

– No son tan absurdas tus reglas, sólo la tercera, esa sí lo es y mucho – ella se rió y me sentí feliz de haber logrado ese objetivo – tú tuviste mucha razón al pedir sinceridad, te había ocultado muchas cosas, también por miedo, sé muy bien que invadí tu privacidad, que hice cosas nada honorables como hurgar en un celular que no era mío, propiciar “encuentros casuales”, como si fuera un mafioso y en cuanto a los celos, era más que justo que me pidieras que no tuviera esos ataques.

– Yo tampoco debí haber tenido el de ayer, las reglas eran para ambos y yo la rompí.

– Ya te penalizaré por eso – dije con una sonrisa.

– Y con justa razón, aceptaré el castigo que me impongas.

– Cuando lo decida te lo haré saber.



Le besé la frente, la nariz, la comisura de sus labios y luego nos unimos en un beso apasionado, el estruendoso ruido de un trueno hizo que rompiéramos el beso y lali se aferró a mí como si de un salvavidas se tratara

– lali, dijiste que no más pruebas.

– Esto no es una prueba – aseguró mirándome a los ojos.

– ¿Estás pretendiendo romper otra regla? – pregunté arqueando una ceja.

– No la estaría rompiendo… al 100%, no lo haremos en sí, sólo… – respondió sonrojada.

– El oral también es sexo, lali– le aclaré sonriendo.

– Déjame retribuirte tu comprensión, tu paciencia y tu sinceridad.

– No necesitas hacerlo.

– Claro que sí, has sido demasiado bueno conmigo y yo demasiado egoísta contigo, yo también debo poner de mi parte para que esto funcione, no tiene porqué haber más reglas entre nosotros.

– ¿Estás segura?, aún no terminó de contarte toda la historia.

– Estoy segura, lo que sigue ya lo conozco, casi en su totalidad, ahora déjame hacerte feliz – dijo acariciando mi mejilla.

– No quiero que después te arrepientas.

– No lo haré, olvida las reglas, ya me has demostrado suficiente, es hora que yo lo haga también, te amo peter y quiero comprobártelo.

– Yo también te amo, muchísimo.



Me sonrió y volvió a apoderarse de mi cuello, besándolo, lamiéndolo y succionándolo al tiempo que metía su mano por debajo de mi camisa para acariciar mi torso, yo eché la cabeza hacia atrás, mientras sentía como el calor me iba invadiendo. lali me quitó la camisa y comenzó a lengüetear uno de mis pezones, un jadeo brotó de mis labios, había echado tanto de menos sus caricias, mi cuerpo la necesitaba con urgencia, sentía como el pantalón se volvía una cárcel para mi miembro. Puse las manos sobre la espalda de ella, pero se separó.



– No, esto es sólo para ti – reiteró mientras enlazaba sus manos con las mías.



Con sus labios y su lengua fue recorriendo cada centímetro de mi abdomen en tanto mi respiración se elevaba hasta el cielo y el pantalón se había convertido en un verdadero estorbo.



– lali… ya no… soporto – dije con dificultad.

Cap 74


Sonrió de forma traviesa y soltó mis manos para desabrochar finalmente el pantalón y liberar mi miembro que sentía punzar. Se lamió los labios al verlo y lo tomó con una mano, comenzó a deslizarla hacia arriba y hacia abajo, acariciando la punta con la yema de sus dedos, lo que provocó que mis gemidos se intensificaran, sentí su cálida lengua recorrerlo a todo lo largo sin dejar de acariciarlo con su mano, entonces no pude evitar tomar su cabeza entre mis manos, lali comprendió mi movimiento y lo próximo que sentí fue su boca absorbiendo mi erección, el grito de placer no se hizo esperar y ella continuó devorándome de una manera exquisita, acariciándome a la par, proporcionándome un mayor placer, yo no podía parar de gemir ante lo que me estaba haciendo y llegó un momento en el que ya no pude controlarme y comencé a mover mi pelvis para conseguir aún más placer, de pronto sentí que estaba a punto de llegar y se lo hice saber a ella que retiró su cara y siguió acariciándome hasta que terminé.



– Te amo peter – exclamó y me besó en los labios.

– Yo también te amo, no tenías que haber hecho esto.

– Sí tenía, sé que no me engañarías, pero tampoco debo orillarte a hacerlo.

– Ilusa, ya te dije que mi cuerpo no responde a otras.

– No debo tentar a la suerte, te quiero sólo para mí.

– Ya me tienes.

– Y debo de dar gracias y cuidarte, voy a lavarme las manos.



Esa noche me quede a dormir de nuevo con ella, el domingo no salimos, la ayudé a recoger el departamento mientras ella lavaba la ropa, comimos sándwiches y por la tarde le conté más de mi historia, se sorprendió de la solidaridad de eugenia y se avergonzó por pensar mal de ella, la emoción la embargó cuando me escuchó decir lo de la diferencia entre el sexo y hacer el amor así que me besó apasionadamente.



Esa noche sí me fui a mi departamento porque al día siguiente tenía una junta muy temprano, pero no pude dormir bien porque la garganta me empezó a arder, la lluvia hizo estragos en mí y me dio una fuerte gripa, lali me estuvo cuidando y también cayó enferma, esos días terminé de contarle mi historia, al fin ya lo sabía todo, se habían acabado las mentiras y lo único que restaba era seguir viviendo el día a día juntos.



Finalmente ambos estábamos sanos, así que prepararía algo muy especial para pasar la noche después de tantos días de abstinencia, sólo esperaba que ella tuviera las suficientes fuerzas para aguantarme el ritmo.

Abrí la puerta del departamento y me topé con eugenia, quien de inmediato se rió al verme con el delantal puesto, yo la miré serio y cambió su expresión, me dio un beso en la mejilla y entró.



– Que rico huele, ¿qué preparas? – preguntó mientras cerraba la puerta.

– Ravioles entre otras cosas – dije serio.

– ¿Para qué quieres tantas rosas? – inquirió al mirar los cinco enormes ramos que estaban sobre la mesa – ah ya sé, lali, ¿aún no te perdona?

– Si no te hubieras desaparecido tanto tiempo ya sabrías esa respuesta – respondí caminando a la cocina.

– Uy, discúlpame por tener una vida, que humorcito, todavía te tiene a dieta, ¿verdad?

– ¿Hasta cuándo pensabas decirme que con quien tu estás saliendo es pablo? – pregunté ignorando su comentario.

– ¿Cómo sabes eso? – exclamó extrañada.

– Porque hace varios días los vimos en el cine, pero estaban tan acaramelados que ni cuenta se dieron que lali y yo estábamos ahí.

– Esto era lo que quería evitar, tus reclamos, quería que estuvieras listo para comprender la situación.

– ¿Comprender?, ¿de casualidad sabes que engañaba a lali con una de sus supuestas mejores amigas?

– Sí lo sé, él mismo me lo contó, pero eso no tiene nada que ver conmigo, su relación con lali ya había caído en la monotonía, tan es así que ella también tenía otra persona, ¿no es así?

– No es lo mismo eugenia, yo no era su mejor amigo, ni el engaño fue tan prologando y si las cosas se dieron conmigo y lali fue por el descuido de él.

– Pero eras su cliente y te fingiste su amigo sólo para bajarle a la novia, ¿por qué tú a ella sí la justificas?, ¿ella no lo descuido también?, sabes muy bien que una relación es de dos, no toda la responsabilidad fue de él.

– Puede ser, pero él fue quien empezó con la infidelidad.

– ¿Y por qué tú sí puedes pasar por alto que lali haya sido infiel y yo no puedo hacer lo mismo con él?

– Ya te dije que fueron otras las circunstancias.

– ¿Cuáles otras peter?, estaban dentro de la misma relación y tuvieron los mismos motivos para hacerlo, la única diferencia fue la forma en que se dieron las infidelidades y por favor, no me hagas decirte algo de lo que después me arrepienta. 

– Vaya que te tiene loquita, lo defiendes más que a tu hermano.

– ¿Y tú no estás loco por lali?, no seas injusto peter, yo tengo el mismo derecho que tú de salir con quien me sienta a gusto y me haga reír y me complemente, no podemos juzgar a las personas por su pasado, todos nos quedaríamos solos al final, como dicen, quien esté libre de pecado que tire la primera piedra.

– Está bien, haz lo que quieras con tu vida.

– Sólo te voy a decir una cosa peter, todos tenemos derecho a equivocarnos, de los errores es de donde se aprende, así que todos merecemos una segunda oportunidad, ojala lo entiendas, luego nos vemos.



eugenia salió de la cocina y me quedé pensando en sus palabras, tenía razón, pero me preocupaba el hecho de que la hicieran sufrir una vez más, su vida amorosa no había sido la más optima y deseaba que al fin encontrara a alguien que la valorara y la hiciera feliz, como se lo merecía, sólo esperaba que otra vez no se equivocara.



Hice los últimos preparativos en el departamento y después salí para ir por lali al suyo. La vi salir de su edificio y sonreí, no hacía tanto frío para que se hubiera puesto un abrigo. Subió al auto y me besó en los labios, me sonrió coqueta y se acomodó en su asiento, arranqué y de pronto puso su mano sobre mi pierna y la fue subiendo lentamente hasta posarla sobre mi miembro que empezó a frotar encima del pantalón.

– lali, ¿qué estás haciendo? – pregunté sorprendido y a la vez fascinado.

– Ya no puedo esperar más peter, te necesito demasiado – respondió mordiéndose el labio – esta vez no traigo pantalón – agregó lamiéndose los labios y pasando sus dedos entre el abrigo para desabrochar el primer botón.

– Estás insinuando que… – dije mientras sentía como mi miembro se endurecía.



Me respondió con una sonrisa sensual en tanto tomaba mi mano de la palanca de velocidades para ponerla sobre su pierna, la fui subiendo haciendo a un lado el abrigo y entonces me di cuenta que era lo único que traía puesto encima de la ropa interior, definitivamente esa era la actitud que adoraba de ella. Desabrochó otro botón y me dejó ver el nacimiento de sus senos, estaba tentándome demasiado, no lograríamos llegar a mi departamento si seguía así. Un semáforo se puso en rojo y se acercó a mí.

– peter hazme el amor ahora, no soporto más tiempo sin sentirte dentro – susurró en mi oreja después de lamerla y me enloqueció por completo.



Di una vuelta vertiginosa que hizo rechinar las llantas y ella se rió, manejé unas cuadras hasta que encontré mi objetivo, un callejón oscuro, de inmediato me estacioné ahí y apagué el auto. Hice el asiento hasta atrás y lali se sentó sobre mí con sus piernas a mis costados, nos besamos con urgencia, nuestras lenguas parecían estar en una batalla campal mientras lali se desabrochaba el abrigo por completo, con la mirada comprobé lo que mi mano había notado, únicamente traía un sensual conjunto de ropa interior, era de encaje color negro que enmarcaba de forma magistral su figura. Me sonrió, llevó sus manos a los lados de su tanga, hizo un movimiento y ésta se abrió dejándome ver la entrada de su paraíso.



– Esta vez sí vine preparada – musitó lengüeteando el lóbulo de mi oreja.

– Eso veo, me fascina que seas así de traviesa.

– Tú lo provocas.



Presurosa me desabrochó el pantalón mientras yo hacía lo mismo con su sostén para comerme sus pezones endurecidos. Puso una de sus manos sobre mi miembro y lo dirigió a la entrada de su centro y sin decir más se lo devoró en un solo movimiento en tanto emitió un gritito al sentir como la llenaba, comenzó a moverse en círculos de manera suprema y me mordía los labios, yo tenía mis manos sobre sus nalgas y se las apretaba, me ofreció su cuello y se lo succioné al tiempo que empezó a subir y bajar provocando un exquisito roce de mi miembro y su muy húmeda cavidad.



– Te extrañé tanto lali – exclamé con la voz entrecortada.

– Yo también a ti, no tienes idea de cuánto deseaba este momento – aseguró lamiéndome los labios.

– No creo que más que yo – aclaré mordiéndole el labio inferior.



Aceleró sus movimientos, apoyando sus manos en el respaldo, a los lados de mi cabeza, los vidrios estaban completamente empañados y nuestros gemidos inundaban el ambiente, nos besamos casi con furia mientras ella incrementaba más la velocidad hasta que segundos después ambos llegamos al orgasmo. Se quedó quieta, con su frente pegada a la mía, sus ojos brillaban llorosos por el placer y puso sus manos sobre mis mejillas.



– Te amo tanto Peter Lanzani, gracias por este momento, ha sido maravilloso.

– Yo también te amo y las gracias te las doy yo a ti por hacerme tan feliz.
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-BUENO CHICAS ESTE ES EL CAP DE AYER Y EL DE HOY. RECUERDEN QUE ESTA NOVE TERMINA EL DOMINGO :)
- OTRA COSA, LES QUIERO DECIR QUE LA SIGUIENTE NOVELA NO ES HOT ( PEVER- ZARPADA- CACHONDA, ETC). OSEA SI TIENE MOMENTOS DE SEXO* PERO NO ES PERVER Y SE LALI CON PITT SE DEMORAN EN TENER *RELACIONE* JAJAJJAJAJ- PERO ES HERMOSA. :) -COMENTEN Y FIRMEN HARTO. LAS QUIERO Y BESITOS. 

9 comentarios:

  1. me encantoo!! mas nove besos

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  2. mwe encantaaaaaaaaaaaaaaaa

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  3. Massssss ya quiero el cap del jueves,viernes y el de hoy masssss

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  4. holaa, me encanto. me podes recomendar? soy nueva ya subi el prologo gracias http://adaptacioneslaliterr.blogspot.com.ar/2014/02/prologo.html

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  5. TE LO DIGO DE UNA, YO NO SOY SENCIBLE, SOY BIEN DURA Y NO SOY DE LLANO FACIL.

    PERO ESTA ADAPACION ME HACE LLORAR, LALITER HACE QUE SALGA MI LADO SENCIBLE Y LLORAR DE ALEGRIA POR ELLOS DOS JUNTOS.

    LALITER YA ES UNA PARTE DE MI VIDA, SE GANO MI CORAZON Y CON ESTAS NOVELAS , SE GANARON MI VIDA.

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