sábado, 7 de diciembre de 2013

MARATON { 30-31-32-33-34-35}


Cap 30:

– No quiero llegar tarde – dije mientras sentía como frotaba su sexo con el mío y besaba mi cuello, alterándome más.
– Te prometo que será rápido – musitó en mi oído y luego lo lamió.
– Aún nos queda la noche de hoy – exclamé acariciando su espalda.
– Faltan muchas horas – dijo entrando en mí nuevamente.
– Dijiste que… ah… sólo un beso… – señalé con la voz entre cortada moviéndome a su ritmo constante.
– No puedo evitarlo… tengo hambre de ti… – agregó moviéndose más rápido y besándome frenéticamente en tanto mis uñas recorrían su espalda.
– En serio… ¿no te tomas nada? – pregunté sintiendo aún más la intensidad de sus movimientos dentro de mí.
– No corazón… tú eres mi única droga.

Embistió en mí unas veces más hasta que exploté e instantes después él lo hizo también y luego volvió a besarme en los labios.

– Buenos días, corazón – exclamó mirándome y sonriendo.
– Buenos días, cariño, ¿ya puedo ir a bañarme?
– ¿Es necesario?
– Sí, ya te dije que debo ir a trabajar.
– Está bien – se acostó a un lado y me levanté de la cama – ¿quieres que te lave la espalda? – añadió en tono sensual.
– Hoy no, tengo que ducharme rápido y sé que contigo sería imposible – respondí entrando al baño y cerrando la puerta sintiéndome feliz como nunca antes.

Había sido el mejor despertar de toda mi vida, me volvía loca que me dijera corazón y más cuando pronunciaba esas dos extraordinarias palabras que me hacían flotar, pero no sólo que las dijera sino que me lo demostrara, peter me amaba tanto como yo a él, ayer me lo había dejado muy claro con todas sus actitudes.


Salí del baño envuelta en una toalla y lo vi acostado en la cama boca arriba, con sus manos detrás de su cabeza, me sonrió al verme, yo le devolví la sonrisa y abrí el armario para sacar la ropa que me pondría, sentí que me abrazó y me dio un beso en el hombro y luego recargó su cabeza.

– Qué bonito cantas – exclamó haciendo que me sonrojara.
– Oh dios, que vergüenza que me hayas escuchado.
– -.., ¿cuántas veces he recorrido tu cuerpo desnudo sin ningún pudor y te avergüenzas porque te escuché cantar? – dijo en tono divertido y más me sonrojé.
– Es que no lo hago bien y no me gusta que me escuchen.
– Claro que lo haces bien, te hace falta un poco más de confianza en ti misma.
– Creo que necesitas que te revisen los oídos o bañarte mejor.
– Me encanta tu sentido del humor.
– Ya déjame vestir que no te encantara verme de malas.
– No importa, ya sé lo gratificantes que resultan las reconciliaciones.
– peter, apenas tengo el tiempo justo para llegar a la hora exacta.
– Está bien – me dio un beso en la cabeza – ¿almorzamos juntos? – añadió soltándome.
– Tengo que ver primero mi agenda, a ver si no tengo otro compromiso – dije divertida mientras me quitaba la toalla para ponerme la ropa interior.
– Está bien licenciada, esperaré su llamada – respondió en tanto abrochaba mi sostén.
– ¿Te quedarás aquí todo el día?
– Si no te molesta sí.
– Por supuesto que no me molesta.

Terminé de vestirme, me peiné rápidamente, me puse los zapatos y tomé mi bolso. peter se puso la misma ropa del día anterior y me acompañó a tomar un taxi, me dio varios besos en la boca como despedida y casi tuve que empujarlo para poder subir al coche, “te amo”, gesticulé dentro del taxi y le mandé un beso con la mano que él cachó en el aire y se llevó su mano a su boca “yo también te amo” alcancé a leer en sus labios antes de perderlo de vista.

Llegué justo a las nueve a la agencia, afortunadamente, Scott no llegaba todavía, así que de inmediato me puse a trabajar y a responder los correos que tenía. Aproximadamente una hora después llegó mi jefe, entró a mi oficina y cerró la puerta, yo comencé a temblar y sentí un trasudor frío recorrer mi cuerpo, se sentó frente a mí con sus manos entrelazadas sobre el escritorio.


– Buenos días, lali – dijo serio.
– Buenos días, Scott, ¿cómo estás? – respondí mirándolo un tanto asustada.
– Bien, gracias, a ti no te lo preguntó porque se te ve – exclamó y yo agaché la mirada – lali , es necesario que hablemos de lo que vi ayer en esta oficina.
– Lo sé, te pido mil disculpas y acataré la decisión que tomes al respecto sin chistar.
– Tranquila lali, no voy a despedirte por algo así, sin embargo, sí quiero que te quedé claro que no deja de ser una falta del respeto y si vuelve a repetirse tendré que aplicar el reglamento y levantarte una acta administrativa, en esta ocasión, por ser la primera vez y porque eres una valiosa y dedicada empleada, sólo será de forma verbal.
– Gracias Scott, te juro que no volverá a pasar.
– Por otro lado, sabes bien que no me gusta meterme donde no me llaman, pero como ya te lo he dicho en otras ocasiones, te estimo y me preocupo por ti, por eso me siento en la obligación de decirte lo que pienso.
– Adelante Scott, te escucho.
– Entiendo que estés en toda la libertad de rehacer tu vida, de hecho me da gusto ver que no has caído en depresión por lo de tu ex, pero, quizá deberías estar un tiempo sola, analizar todos los errores de esa relación para evitar repetirlos y… no me lo tomes a mal, no pretendo intrigar, pero Peter Lanzani no es un buen partido. 
– ¿Por qué lo dices?, ¿lo conoces? – pregunté casi con el corazón en la boca, conocía bien a Scott y sabía que cuando decía algo tenía una buena razón para hacerlo.
– Una sobrina de mi esposa salió con él cuando iban en la universidad, es el típico chico mimado que no toma a las mujeres en serio y menos cuando no son de su nivel social, lali, no sé si ha cambiado o sigue igual, lo único que no quiero es que vuelvan a hacer daño, no me gustaría verte sufrir, sólo te pido que andes con pies de plomo, sin duda es un chico guapo y adulador, pero comprueba que en verdad quiere algo serio contigo, es lo único que te pido, si me permites el consejo, claro está.
– Te lo agradezco Scott, la verdad, a veces, te veo como un padre y créeme que apreció mucho tus palabras y tus consejos.
– Yo también te veo como una hija, ahora a trabajar, señorita.


Scott salió de mi oficina y me quedé pensando en lo que me dijo, que francamente no era nada nuevo para mí, si supiera en qué condiciones lo conocí, lo cual me hizo darme cuenta que teníamos que inventar algo, eso de que fuimos juntos a la universidad, al menos, mis conocidos no lo creerían.

Peter me llamó para ponernos de acuerdo para la hora del almuerzo y le pedí que se adelantara al restaurante porque luego se llenaba y yo no contaba con mucho tiempo. A la una salí y al llegar no pudo ser mayor mi sorpresa cuando vi a una guapa chica vestida de forma provocativa que estaba a punto de besar a peter que le sonreía como si nada y entonces las palabras de Scott vinieron a mi mente. 
– Buenas tardes – dije seria y molesta, ambos voltearon a verme.
– Corazón, al fin llegas – exclamó peter tomándome de la mano y me dio un beso en los labios ante la mirada atónita de la tipa que tuvo que moverse hacia atrás – mira, te presento a Aurea, una vieja amiga, Aurea, ella es lali, mi novia.
– Mucho gusto – dijo con una sonrisa fingida mientras me recorría con una mirada fulminante y yo estaba quizá más sorprendida que ella por la presentación.
– Igualmente – respondí en toco seco.
– Un placer verte pitt – enfatizó mirándolo y sonriéndole coquetamente – cuando quieras llámame, sabes dónde encontrarme – agregó dándole un beso en la mejilla.

Yo me quedé trabada, era el colmo de la desfachatez, poco le importo que peter le dijera que yo era su novia y le coqueteó en mis narices, sentí como me hervía la sangre y di un paso al frente, pero peter me detuvo parándose frente a mí.

– lali, no querrás hacer un escándalo en un lugar público.
– Que tipa tan descarada y tú como si nada dejándote que te besara – exclamé furiosa, si no podía desquitar mi coraje con ella, lo haría con él.
– Un beso en la mejilla no es besar, lali – explicó sonriendo.
– Pero, los vi cuando llegué y su intensión no era precisamente dártelo en la mejilla.
– Me encanta cuando te pones celosa – dijo abrazándome y poniendo su frente en la mía – ¿en verdad pensaste que yo iba a permitir que eso sucediera?
– Pues, le sonreías muy animadamente – respondí con menos coraje porque su aliento estaba colándose por mi nariz.
– No es mi estilo portarme grosero y menos con las mujeres, sin embargo, iba a rechazarla sutilmente, claro que lo mejor fue que tú llegaste – aclaró acariciándome la mejilla con el dorso de su mano.
– Pero, te coqueteo descaradamente – repliqué en un tono más tranquilo.
– Y podría haberse desnudado y mi respuesta iba a ser la misma – tomó mi mentón con su mano y me miró directo a los ojos – lali, hace mucho que dejé de estar con otras mujeres, grábate esto muy bien aquí – puso un dedo en mi sien – y aquí – lo puso en mi pecho a la altura del corazón – la única que me importa eres tú, a la única que quiero es a ti – me dio un beso en los labios – con la única que me interesa compartir mi cama es contigo – susurró en mi oído y me abrazo fuertemente.
Volvió a desarmarme por completo, no pude expresar palabra alguna, estaba por demás emocionada y a la vez avergonzada por haber pensando durante un segundo que me engañaba y sólo buscaba burlarse de mí, no cabía duda que los celos nublaban la razón y jamás los había sentido con tanta fuerza, ni siquiera con eugenia.

– Aunque, para serte sincero, me da gusto que esto haya pasado – exclamó y me di la vuelta para mirarlo – porque tus celos me demuestran cuanto me quieres.
– ¿Y todavía te atreves a dudarlo?
– No, pero me encanta confirmarlo – enfatizó y me dio otro beso.
– ¿De verdad no ibas a dejar que te besara?
– Por supuesto que no, te lo juro, lali, entiendo tu desconfianza, pero si de algo debes estar segura es que jamás te engañaría, no tengo ninguna necesidad de hacerlo, ya vamos a comer, anda.

Me recorrió la silla para que me sentara y después él se sentó frente a mí. Ambos pedimos ensalada y mientras nos las llevaban, peter me acariciaba una mano, entonces me sentí más tranquila, pero aún así le conté lo que Scott me había dicho de él y volvió a reiterarme que no tenía por que preocuparme, que no me negaba que sí había sido así, pero que ya había cambiado.

– lali, ya ni siquiera tengo el movil al que me llamabas.
– ¿Cómo que no lo tienes? – pregunté sorprendida.
– Ese número era exclusivo para esas citas, pero ya lo tiré porque no tengo ninguna intención de seguir involucrado en eso.
– ¿En serio?
– Sí, encontré algo mucho mejor y sin buscarlo, llegaste tú y ahora todo es diferente – agregó y me dio un beso en la mano – anota el número – añadió y me lo dictó, pero no borré el otro, quería asegurarme que me decía la verdad.

Cap 31:

Me sentí feliz, como nunca antes, al enterarme que ya no estaba en esa sociedad o lo que fuera. Me acompañó a la oficina y le di mi llave del departamento, nos dimos un beso y entré al edificio. Arreglé todo lo necesario para la junta que tendríamos con el Sr. Jackson a las 3:30. Scott se fue a las siete y me dijo que ya me podía ir yo también, así que apagué la computadora, tomé mi bolso y salí de la oficina. peter me estaba esperando afuera del edificio, me recibió con un beso y nos marchamos.


Cuando llegamos al departamento me lleve una grata sorpresa, la mesa estaba puesta para dos personas y en el centro había un hermoso arreglo de alcatraces, lo miré boquiabierta y lo abracé efusivamente luego de darle un beso.

– peter, ¿cómo sabías que los alcatraces son mis flores preferidas?
– Sé más cosas de ti de las que te imaginas – respondió guiñándome un ojo.
– ¿Ah sí?, ¿y cómo puede ser eso?
– Es un secreto, siéntate que la cena ya está lista.
– ¿Te ayudo en algo?
– No corazón, tú vienes de trabajar, debes estar cansada, aunque espero que no tanto para el postre – dijo en tono sensual.

Me sirvió una copa de vino y fue a la cocina, regresó con una cacerola con pescado y en la otra mano una bandeja con ensalada, me sirvió en un plato el pescado y en el otro la ensalada y después se sirvió él, puso algo de música y se sentó frente a mí. Cenamos tranquilamente y me comentó que mary le había llamado para confirmar mi asistencia a su boda y él le aseguró que por ningún motivo faltaría.

– Por cierto, corazón, ¿puedes permiso para faltar ese viernes?, por favor, me gustaría llegar al ensayo, ¿sabes?, soy el padrino.
– ¿En serio?, no tenía idea, voy a hablar con Scott, si no se puede, llego el sábado yo sola y así no te pierdes el ensayo.
– De ninguna manera, tienes que llegar conmigo.
– Cierto, que soy tu “novia” – exclamé en tono gracioso – no se vería bien si llego sola.
– Exacto, daría la impresión que estamos disgustados.
– peter… hablando en serio… ¿por qué le dijiste a esa chica que soy tu novia?
– ¿No lo eres?
– ¿Lo soy?
– ¿No quieres serlo?
– ¿Lo quieres tú?
– ¿Vas a seguir respondiéndome con preguntas?
– ¿Vas a seguir evadiéndolas?
– ¿Vas a continuar evadiéndolas tú?
– peter, en serio, esto no es ningún juego – dije un tanto seria.
– Para mí tampoco lo es lali – dio un suspiro – sé que no te lo he preguntado formalmente, pero así te considero.


– No tienes que preguntarlo, las palabras se las lleva el viento, lo que cuentan son los hechos, sólo me tomó por sorpresa escuchártelo decir… ¿me presentarás de igual forma con tu familia? – pregunté con cierto temor.
– Por supuesto, ¿no te agrada la idea?
– No es eso.
– ¿Qué es lo que en realidad te preocupa, lali?
– Yo no soy de tu clase, peter, tú has estudiado en las mejores escuelas privadas, yo siempre en públicas y si pude costearme la carrera fue porque trabajaba.
– No conoces a los Lanzani, mi familia no es nada pretenciosa, créeme que lo que menos les importara es tu status social, has tratado con mary, ¿acaso te ha hecho menos?
– No, pero, eran cuestiones de trabajo, ahora se trata de su hermano y se ve que te adora, ¿qué pasara si se entera no fuimos juntos a la universidad?
– Nada, en primera estará demasiado feliz y entusiasmada por su boda y en segunda no es nada rencorosa, además le caes muy bien.
– No me gustan las mentiras y no creo que a ella tampoco, a nadie le gustan.
– Tranquila, no tiene porque enterarse, pero si te tranquiliza le diremos “la verdad”.
– ¿Qué? – pregunté con pánico.
– Podemos tergiversarla un poco, que nos conocimos en el bar del Rose Imperial el día de tu cumpleaños, que te envíe una copa de cortesía y después platicamos, volvimos a encontrarnos un par de veces más y coincidimos de casualidad en el desfile, ¿qué te parece?
– Podría ser, pero aún así que vergüenza.
– No tienes nada de qué preocuparte, mi familia te adorara porque eres adorable y encantadora, ya verás – me guiñó el ojo.

Terminamos de cenar y peter se ofreció amablemente a lavar los trastes, entonces yo entré a mi habitación y saqué un baby doll que me había comprado aquella vez que fui a la tienda de ropa interior, pero que aún no había estrenado porque tenía pensado hacerlo en el siguiente encuentro en el hotel que ya no se dio porque nos conocimos oficialmente, así que ahora era un buen momento para estrenarlo, combinado con un poco de juego que se me ocurrió, así que me lo puse y encima un abrigo, tomé mi movil y marqué al móvil de peter. 
– Hola – respondió en tono sensual.
– ¿Estás libre esta noche? – pregunté usando el mismo tono que él.
– La verdad no, estoy en casa de mi novia – dijo siguiéndome el juego.
– Es una verdadera lástima… ardo en deseos de verte, acariciarte, besarte, desnudarte, recorrer tu cuerpo.
– Uf, no sigas que me harás hacer algo que no quiero.
– Vamos, no tiene porque enterarse tu novia… además, lo prohibido es más excitante, ¿no crees?
– Definitivamente.
– Me han dicho que eres un dios en la cama y me encantaría comprobarlo y, por tu tono de voz, creo que no exageraron, tienes una voz endemoniadamente sensual, has despertado más mi deseo por ti.
– ¿En serio piensas que mi voz es sensual? – exclamó enfatizándola más.
– Demasiado… mi cuerpo ha empezado a… alterarse sólo de escucharte.
– Tu voz también es muy sexy, ¿así eres tú?
– ¿Por qué no vienes y lo compruebas por ti mismo?
– Está bien, ¿cómo te reconozco?
– Sólo traigo puesto un abrigo negro – respondí y le colgué.

Salió de la cocina y yo estaba parada en la entrada de mi habitación, tenía un brazo estirado recargado en el umbral de la puerta y le sonreí coquetamente, lamiéndome los labios, peter me recorrió con la mirada.

– Hola extraño – dije y le guiñé un ojo.
– Hola belleza, en verdad eres tan sexy como tu voz.
– Y espera que me ponga en acción – agregué y lo agarre de la camisa.

Lo besé desenfrenadamente, él me pegó a su cuerpo y entramos a la habitación, lo giré y lo hice sentarse en la cama, me quité el abrigo y le mostré mi atuendo, el cual consistía en un hermoso sostén rojo con encaje negro en las orillas de las copas, un tanga rojo también con encaje negro en la orilla de arriba y una pequeña bata roja también con encaje que se anudaba de la parte de arriba.

– Lo dicho, sí que eres sexy.
– Esta noche yo te haré feliz a ti.

{autora: chicas creo que esto igual es perver y si son demasiado chicas o no les gusta lo perver es mejor que se salten este párrafo}

Me acerqué y le abrí la camisa con fuerza, los botones salieron volando y se la arranqué, él suspiró, rápidamente le quité el pantalón, su cuerpo había reaccionado, así que me hinqué y tomé su erección en mis manos y la recorrí con mis labios y mi lengua, despacio y suave, a diferencia de la rapidez con que lo había desnudado. Él apoyó sus manos en la cama y echó la cabeza hacia atrás, gimiendo en respuesta a mis caricias, yo seguí tocando y besando toda su masculinidad, lanzó pequeños gritos de placer y me pedía que no parara, así que yo le obedecía hasta que sentí que casi alcanzaba el clímax, me detuve.

Me levanté y caminé unos pasos, alejándome de él, puse un poco de música y le bailé sensualmente mientras me quitaba las pocas prendas que traía. Sus ojos ardían en deseo al igual que los míos, me acerqué y le lamí los labios, él me tomó por la cintura y me hizo sentarme en él uniendo al fin nuestros cuerpos que se movieron acompasadamente y comencé a gemir más fuerte que él.

– Me enloqueces como nadie lo había hecho la...
– Shh, regla número uno, no nombres – dije poniéndole un dedo en los labios.
– Encantadora y sexy desconocida.
– Así es más excitante, hermoso y sensual desconocido.

En un movimiento me hizo girar y quedo encima de mí, nos besamos mientras seguía introduciéndose en mí cada vez con mayor intensidad, lamió mi cuello y luego mis senos, yo subía y bajaba mis manos por su espalda hasta sus nalgas, aumentó aún más sus movimientos y sentí como ambos llegábamos al orgasmo gritando al unísono.

– Al demonio con las reglas, me fascinas lali, me vuelves loco y cada vez tengo más ansias de ti – susurró en mi oído, aún con la respiración agitada.
– Tú también me enloqueces como nadie peter, te amo.
– Yo te amo más – respondió y me besó.

Recargó su cabeza en mi hombro, yo se la acaricié y no supe en que momento nos quedamos dormidos. El despertador volvió a hacer de las suyas a la mañana siguiente regresándome a la realidad, podría quedarme con él todo el día en la cama, pero los deberes me llamaban. peter lo apagó, ya que estaba de ese lado, acarició mi abdomen mientras me regalaba una hermosa sonrisa.
– Buenos días, señorita, creo que será la causante de un fuerte disgusto con mi novia por haberme quedado a dormir con usted y no con ella.
– Seguro encontrará la forma de reconciliarse con ella, dicen que eso es lo mejor de las peleas – le di un beso en los labios – buenos días.
– Y lo he comprobado, gracias por darme un pretexto para discutir con ella – puso un mechón de mi cabello detrás de mi oreja – creo que es hora de tomar un baño, ¿tú si dejarás que te lave la espalda?

Cap 32:

DIAS DESPUES

El tiempo se había pasado volando después del susto que me llevé al creer que estaba embarazada, ahora me encontraba en mi departamento esperando a peter, que al fin regresaba de Londres, para irnos al aeropuerto, ya que había llegado la fecha de la boda de mary. Scott sí me había dado permiso de ausentarme un día, Barbara, la nueva chica que trabajaba en la agencia, había resultado muy eficiente y de inmediato se puso al corriente de las cuentas, incluso llevó un par de clientes nuevos, así que no hubo ningún problema para tomarme el día.

Cuando escuché que tocaban la puerta mi corazón se aceleró, un mes alejados había sido una eternidad, a pesar de que a diario hablábamos y nos veíamos frecuentemente por la webcam, pero no era para nada lo mismo a sentirlo, olerlo, tocarlo y demás. Abrí y lo recibí con un gran abrazo, nos besamos desesperadamente, su sabor era realmente exquisito, mucho mejor a como lo recordaba y mi cuerpo se estremeció al sentir sus brazos rodearme y sus manos acariciando mi espalda en tanto yo le acariciaba el cuello y sus cabellos, cortamos el beso hasta que ya no podíamos respirar. peter tomó mi rostro con sus manos.

– Hola corazón, me alegra tanto volver a estar contigo, te extrañé horrores.
– Yo también te extrañé muchísimo, cariño.
– Este fin de semana será inolvidable, lo prometo – me dio un beso en los labios – vámonos ya, corazón.

Tomó mi maleta y bajamos, volvimos a besarnos en el ascensor mientras con nuestras manos acariciábamos nuestros sexos encima de la ropa, anhelaba que me hiciera suya en ese momento, pero teníamos el tiempo contado. Salimos del edificio y nos estaba esperando un taxi, el chofer subió mi maleta a la cajuela y luego de subir, arrancó. Después de poco más de media hora llegamos al aeropuerto, registramos las maletas y caminamos a la sala de espera, yo me senté y peter fue a comprar unos dulces.

– ¡lali!! – escuché que me dijeron y levanté la vista.
– Matt! – exclamé al ver al chico con rasgos orientales que me miraba con una gran sonrisa.
– El mismo, wow, que sorpresa, cuanto tiempo, déjame darte un abrazo – dijo y me levanté del asiento – dios, que hermosa te has puesto.
– Gracias, tú siempre tan amable.
– No es amabilidad mujer, es la pura verdad – exclamó separándose, pero sosteniéndome de las manos – de verdad luces maravillosa y radiante.

– Porque la felicidad se refleja en el rostro – exclamó peter bastante serio y yo retiré mis manos, entonces él me abrazó por la cintura acercándome a su cuerpo – y lali y yo somos muy felices, ¿verdad, corazón?, por cierto, ¿no me vas a presentar? – agregó molesto.
– Sí, claro, Matt Huerta, un ex compañero de la preparatoria, él es Peter Lanzani… – no pude decir que era mi novio, Matt sabía de mi relación con pablo y además se llevaban muy bien, había estado en mi fiesta sorpresa de cumpleaños hacía dos años.
– Su novio, para mayor información – añadió aún más molesto.
– ¿Lanzani?, ¿eres hermano de bauti, el jugador? 
– Sí – respondió en tono seco.
– Encantado de conocerte, admiró mucho a tu hermano, de los mejores jugadores actuales – dijo y le extendió la mano.
– Gracias, los Lanzani siempre somos los mejores en todo lo que hacemos – respondió estrechándole la mano de mala gana y la retiró casi de inmediato.
– lali, me dio muchísimo gusto verte, suerte en tu viaje.
– Gracias Matt, cuídate y buen viaje.
– Hasta luego – dijo incómodo y ya ni siquiera me dio la mano y se alejó.
– Es increíble, te dejo sola dos minutos y cuando regresó te encuentro muy abrazada y de lo más feliz con un tipo cualquiera que después te toma de las manos como si nada.
– No era un tipo cualquiera, fuimos juntos a la preparatoria y solíamos ser amigos, no estaba intentando besarme como la tal amiga tuya, ni me coqueteó en tu cara.
– “De verdad luces maravillosa y radiante” – exclamó arremedando su voz – ¿crees que soy idiota?, eso es coquetear aquí y en China.
– Era un cumplido de amigos, verdaderos amigos no como tu “amiguita”, que casi se te echa encima en plena calle, ya me imagino que clase de amigos eran.
– ¿Y por qué la juzgas?, al menos ella no tenía novio cuando se acostó conmigo.
No pude creer que me echara eso en cara, la rabia y la desilusión me inundaron y le di una fuerte bofetada que hasta le volteé la cabeza de lado.

– No quiero volver a verte en mi vida – dije con los dientes apretados tratando de contener el llanto y me alejé.
– Perdóname lali, por favor, perdóname no quise decir eso – dijo en tono suplicante alcanzándome y abrazándome por detrás.
– Suéltame, no quisiste decirlo, pero lo hiciste y no puedes borrarlo con un simple perdóname – dije con la voz entrecortada por las lágrimas.
– Soy un completo estupido, lo sé, golpéame todo lo que quieras, pero no me dejes, por favor, te quiero demasiado y los celos me trastornan, no concibo la idea de que otro hombre te abrace y te agarre, perdóname te lo suplico.
– Piensas que voy a hacerte lo mismo que a pablo
, ¿verdad? – dije soltándome y volteando para encararlo, limpiándome furiosa las lágrimas.
– No, por supuesto que no, lo nuestro es muy diferente, su relación ya estaba rota cuando yo llegué a tu vida y él no te quería como yo, perdóname lali, te lo ruego – agregó y vi que se iba a hincar, pero lo detuve.
– No hagas eso por favor, no me hagas quedar en ridículo frente a la gente.
– Haré lo que sea con tal de que me perdones, eres lo más importante en mi vida, ya te lo he dicho y no me cansaré de repetirlo – dijo con lágrimas en los ojos.
– Vaya forma de demostrarlo.
– Perdóname, el amor que siento por ti es demasiado intenso, por eso me enferma verte con alguien más, pero no es que dude de ti, por favor, perdóname, ya llamaron para abordar el avión, te juro que te lo recompensaré, no me dejes y menos ahora, mi familia nos espera, te lo suplico – agregó y una lágrima resbaló por su mejilla.
– Eres increíble peter – guardé silencio unos segundos – iré contigo, porque mary me invitó directamente, pero no sé si pueda perdonarte, me dolió muchísimo lo que me dijiste, me llamaste una cualquiera.
– No, te juro que no quise decir eso, la rabia me hizo decir semejante estupidez, pero jamás he pensado que lo seas.

Volvieron a llamar para abordar el avión, así que caminé y él me alcanzó, abordamos y tomamos nuestros respectivos lugares, me abroché el cinturón de seguridad y cerré los ojos, no quería hablar con él, había sido un golpe muy bajo y no me lo merecía, él era el menos indicado para reprocharme ese tipo de cosas, con todo el historial que tenía. Minutos después me levanté y fui al baño, me eché agua en la cara y me quedé apoyada en el lavabo después de secarme, tocaron a la puerta y dije que estaba ocupado, pero insistieron, resignada suspiré y la abrí, era peter que me hizo entrar de nuevo y él también entró cerrando la puerta con seguro.

– ¿Qué haces?, ¿estás loco?
– Sí, completamente loco por ti – respondió y me besó, pero no le correspondí

Sus manos acariciaron mi cuerpo mientras su boca luchaba por abrirse paso en la mía, quería resistirme, pero el lugar era tan estrecho que nuestros cuerpos estaban muy juntos y la verdad es que lo necesitaba con urgencia, a pesar de que a veces jugábamos por la webcam no se comparaba a tenerlo en vivo, a sentir su aliento, percibir su delicioso olor, sus manos acariciándome y el sabor de sus besos que me habían excitado desde que pasó por mí al departamento, así que dejé de luchar y le correspondí el beso desenfrenadamente mientras nuestras manos presurosas desabrocharon los pantalones de ambos que bajamos hasta los tobillos.

Pegó aún más su cuerpo sin entrar todavía en mí en tanto seguíamos besándonos con desesperación, yo estaba lista para recibirlo, así que él separó sólo lo suficiente mi pierna para entrar en mí, finalmente, me mordió el labio inferior, mientras se movía rápidamente dentro y fuera de mi cuerpo, yo me aferré a su espalda y eché mi cabeza hacia atrás que topó con la pared, él me mordisqueó el cuello siguiendo con sus movimientos veloces hasta que ambos alcanzamos el clímax y nos besamos para acallar los gemidos.

Yo tenía los ojos cerrados y nos separamos sólo lo mínimo, él seguía estando dentro de mí y sus labios rozaban los míos, después abrí los ojos y lo miré fijamente al igual que él a mí.

– ¿Ya me perdonas?, por favor – dijo con un hilo de voz.
– No abuses de mi vulnerabilidad en este momento.
– Sé que soy un estupido y no merezco tu perdón, la única defensa que tengo es este amor que cada día crece más y me supera, por eso dije eso, sin pensar.
– ¡Dios!, peter , en verdad quiero estar enojada contigo, muy enojada, incluso quisiera odiarte en este instante, pero no puedo, ejerces demasiado poder en mí, estoy completamente enamorada de ti y abusas porque lo sabes.
– Jamás he querido abusar de ti, entonces, ¿sí me perdonas?
– La verdad no lo sé, no será fácil olvidar lo que me dijiste.
– Haré que lo olvides, lo juro por nuestro amor.
– Si no te amara tanto juro que no hubiera subido a este avión por nada del mundo.
– Sabes que yo te amo tanto como tú a mí, eso jamás lo olvides.
– Tú tampoco peter, porque el amor puede acabarse en cualquier momento, yo lo sé muy bien y no me gustaría que esto acabará mal.
– Entonces, ¿sí me perdonas? – insistió en tono más suplicante.
– Depende como te portes, salgamos ya, ¿sí?, no quiero que alguien nos descubra.

Me dio un beso presionando fuerte mis labios y salió de mí, nos subimos rápidamente los pantalones y salimos de ahí, tratando que nadie se diera cuenta que lo hacíamos del mismo baño, tomamos de nuevo nuestros asientos y me abrazó, después se separó un poco y sacó una hoja de su pantalón.

– Casi se me olvidaba, toma, repasa esto porque vas a ayudarme a darles una sorpresa a mary y su prometido – dijo entregándomela y la empecé a leer.
– ¿Es una canción? – pregunté con pánico ante la idea de la sorpresa.
– Sí, la cantaremos en el ensayo de la boda.
– Oh no peter, no habrá manera de que me hagas cantar frente a tu familia.
– Oh sí lo harás lali, no quiero adelantar mi discurso de mañana de la recepción oficial, así que hoy cantaremos

Cap 33:

– No, de ninguna manera.
– ¿Ni por qué te lo pido yo? – dijo rozando mi nariz con la suya.
– ¿Te lo mereces? – repliqué tratando de no caer en su encanto.
– Tal vez no, pero entonces, hazlo por mary, no se lo espera y le encantará.
– Me da vergüenza cantar en público – finalmente acepté.
– Pero, lo haces muy bien, en serio, además, yo no soy cantante profesional tampoco – señaló acariciando mi mejilla con las yemas de sus dedos.
– Pero, estoy segura que cantas mejor que yo.
– Claro que no, anda corazón, por favor.
– Pero, peter, sólo he cantado en la ducha.
– Y te repito que no lo haces mal – me dio un suave beso en los labios – piensa que es un regalo para mi hermana pequeña, anda di que sí.
– Lo voy a pensar, ¿vale?
– Está bien, por ahora me conformo con eso.

Terminé de leer la canción y era realmente hermosa, todo lo que decía yo lo sentía por peter, a pesar de sus arranques de celos, entonces, me entró la curiosidad por conocer la historia de amor de mary y su prometido.

– peter, está canción es preciosa.
– Yo la escribí – dijo muy orgulloso.
– ¿En serio? – pregunté más que sorprendida.
– Sí, ahora que estuve en Europa, en mis ratos de soledad.
– Y por cierto, ¿cómo fue que se conocieron Mary y Maiquel?
– Por Diana, es su hermana, ella y bauti estuvieron juntos en la preparatoria y se hicieron novios, pasó con nosotros una Navidad y Maiquel la acompañó, la chispa surgió a primera vista, esa semana no se separaron ni un momento mary y él, pero eran muy jóvenes los dos, después se dejaron de ver un tiempo y cuando volvieron a reunirse se hicieron novios, luego ella se fue a Paris y él la esperó, en cuanto regresó le pidió matrimonio y de inmediato empezaron con los preparativos, ¿te acuerdas que cuando nos conocimos te dije que no estaba disponible el fin de semana?
– Por supuesto que lo recuerdo – respondí mientras me ruborizaba, me habían pasado mil rollos por la cabeza por su ausencia y aparte había hecho su extraña sugerencia.
– Ese fin de semana fue cuando hicieron formal su compromiso, así que tuve que volar a Seattle para estar presente.
– Yo pensé que… eras casado y tenías que estar con tu familia.


– ¿En serio pensaste que era casado?
– Sí, eran tan raras esas reglas que pensé que las tenías por temor a que tu esposa descubriera tu secreto.
– Ay corazón, tienes una mente muy creativa, pero te equivocaste, sí estuve con mi familia, pero con mis padres y mis hermanos.
– Jamás se me ocurrió.
– Por cierto, tú no me has contado nada de tu familia.
– No hay mucho que contar, soy hija única, mis padres se divorciaron cuando yo tenía cinco años y viví con mi madre, hasta los dieciséis, cuando se casó por segunda vez me fui a vivir con mi papá, hasta que terminé la carrera y luego me fui a buenos aires por el trabajo, pero ellos son muy fríos, hace mucho que no hablamos, mi mamá viaja constantemente porque su esposo es jugador deportivo y mi papá es empresario en México, así que siempre está ocupado y también volvió a casarse hace año y medio.
– Me apena escuchar eso, no tienen idea de la magnífica hija que tienen.
– Gracias, pero nunca fui prioridad en sus vidas, ambos son muy egoístas.
– Que mal, la familia es muy importante, quizá deberías tú de dar el paso para acercarse a ellos, estoy seguro que te aman.
– Supongo que sí, pero no sé, me cuesta trabajo acercarme a ellos, a pesar que viví con ambos son prácticamente desconocidos para mí, los veía muy poco.
– Deberías hacer el intento, me gustaría conocerlos pronto.
– Lo intentaré, pero no te prometo nada.

Finalmente llegamos a Miami, tomamos un taxi y peter le dio la dirección. Al llegar, y mientras bajaban las maletas de la cajuela, observé la casa y quedé maravillada, era enorme, de tres pisos y una fachada blanca de portada de revista de arquitectura. Un sirviente salió y metió las maletas, peter entrelazó su mano con la mía y entramos.

Caminamos por un largo pasillo y en ambos costados había varios autos último modelo de diversas marcas y colores. Llegamos a la sala que era bastante amplia y en un lado había una escalera de caracol, yo sentí que los nervios me inundaron por completo al ver a toda su familia de pie esperándonos, peter notó mi nerviosismo porque me temblaba la mano y me la apretó con fuerza dándome confianza mientras sentía la mirada de los seis– integrantes que parecían estarme analizando.

– ¡peter!, llegaron justo a tiempo, el ensayo pronto comenzará – exclamó mary entusiasmada y corrió a abrazarlo.
– ¿Y cómo creías que me lo iba perder, duendecillo?, el padrino tiene que estar presente.
– ¡Qué emoción!, la madrina también ya llegó – se soltó de peter y luego me abrazó a mí – que gusto de verte lali, que bueno que sí viniste, por cierto, tú y yo tenemos una conversacion pendiente – señaló y yo la miré asustada, pero ella me sonrió.
– Hermanita, por favor, déjame abrazar a la mujer que por fin ha hecho sentar cabeza al Casanova de mi hermano – dijo bauti sonriendo y mary se apartó, me sentí tan pequeña envuelta en esos musculosos brazos – que gusto volver a verte y más de saber que eres novia de peter, pensé que se nos quedaba solterón el muchacho – se separó y puso sus manos en mis hombros – ya ves lo que dicen lali, hermano saltado, hermano quedado – añadió en tono divertido.
– bauti, compórtate, ¿qué va pensar lali de tus afirmaciones? – intervino su mamá, que me dio una tierna sonrisa y también me abrazó – bienvenida linda – añadió amablemente.
– Pues, son la pura verdad, yo ya hasta estaba pensando en rifarlo, no sabes el susto que me dio cuando mary anunció su boda y este hermano mío sin novia, no, no podía haber un solterón en la familia, ¿qué iban a pensar de él?
– bauti ya basta, por favor – dijo seria su mamá después de soltarme.
– No se preocupe señora, es mejor ir conociendo la personalidad de cada uno.
– claudia, por favor, dime claudia y háblame de tú, hija.
– Está bien, me costará trabajo, pero lo intentare… claudia.
– A mí también dime pablo, por favor, no me gusta que me hablen de usted, me hace sentirme viejo y aún no lo estoy – señaló y también me abrazó.
– Gracias por el recibimiento – dije abrazándolo todavía.
– No tienes nada que agradecer, eres la novia de peter y es lo menos que podemos hacer para agradecerte que estés aquí en un evento tan especial para la familia.
– Al contrario, gracias por la invitación.
– No tienes nada que agradecer lali, yo quería que estuvieras aquí y eso que aún no estabas con mi hermano, pero tuve un presentimiento y no me equivoqué – dijo mary y después soltó una risita traviesa.

Diana se acercó y me saludó de beso en la mejilla al igual que Maiquel, que lo hizo después que ella y luego tomó a mary de la mano. bauti abrazó a Diana y la miró como pidiéndole permiso para hablar y ella le sonrió asintiendo.

– Pues ya que está toda la familia completa, mi esposa y yo tenemos que hacerles un anuncio – exclamó de lo más feliz y le dio un beso en los labios – diles, mi amor.
– Bueno, el lunes pasado fui al médico y me confirmó mis sospechas, estoy embarazada, tengo ocho semanas – anunció y bauti puso su mano sobre su vientre.
– ¡Felicidades!, hasta que le atinaste hermano, ya tres años de casados y sin bebés, estaba empezando a creer que te habían dado un golpe mortal en el americano – exclamó peter y lo abrazó.
– Es que quisimos prolongar la luna de miel y además estuvimos practicando mucho para que nuestro primer hijo saliera perfecto.
– Entonces se parecerá a Diana porque tú de perfecto no tienes nada.
– ¡Envidioso!, yo también espero que tus hijos se parezcan a lali.
– Creo que es un poco apresurado hablar de hijos bauti, apenas iniciamos nuestra relación – dije sonrojada ante tal idea.
– Cierto, todavía te puedes arrepentir de compartir tu vida con este hombre.
– Chicos, ya estuvo bueno de sus comentarios, harán que de verdad lali se arrepienta, pero de haber venido – los regañó pablo, pero ellos sólo se rieron.

Yo estaba más que sorprendida por la calidez de la familia, jamás me imaginé el recibimiento que me darían ni mucho menos la forma en que se llevaban entre ellos, se notaba la unión y el amor que se tenían. mary dio saltitos de alegría y los abrazó efusiva, bauti hasta la levantó en el aire mientras ella se reía. pablo abrazó orgulloso a claudia y le dio un beso en la frente, después de haber abrazado y felicitado a su hijo y a su nuera. Maiquel también los felicito y les dijo que era el mejor regalo de bodas que podrían darle. Peter me abrazó y me dio un beso en los labios.

– ¿Ya se te pasaron los nervios?
– Sí, tienes una hermosa familia.
– Y ahora es más hermosa porque tú ya perteneces a ella – dijo y me guiñó un ojo.

Cap 34:

Le respondí con una gran sonrisa, no pude decirle nada más, me emocionaba la idea de pertenecer a esa familia, era como siempre había deseado tener una. mary anunció que en una hora iniciaría el ensayo, así que apenas teníamos tiempo para arreglarnos.
peter me tomó de la mano y subimos las escaleras hasta el tercer piso, la última habitación era la suya. Tenía las paredes blancas, la enorme cama estaba pegada a la pared del lado izquierdo, al frente estaba el tocador y al lado había un par de puertitas que supuse eran el armario, del lado que entramos había un mueble con un moderno aparato de sonido, varios libros y cd's, y otra puerta que debía ser el baño, lo más bonito era el gran ventanal así que me asomé y luego salí al balcón, el mar en todo su esplendor lucía tranquilo. peter me abrazó por atrás.

– ¿Te gusta?
– Mucho, la vista es preciosa.
– Y contigo aquí lo es mucho más – con su mano movió mi cabeza para poder besarme en los labios – como tenemos poco tiempo es buena idea bañarnos juntos.
– Precisamente porque tenemos poco tiempo, no es buena idea, ya te conozco, así que mejor nos bañamos separados.
– Prometo portarme bien.
– Eso dijiste la otra vez y llegué tarde a mi trabajo, así que hoy no me arriesgaré – le di un ligero beso en los labios y me separé.

Me di una rápida ducha y salí envuelta en una toalla, peter tenia puesto solo su bóxer y me miro pícaramente, pero yo moví negativamente la cabeza, él cambió su mirada a súplica y yo miré hacia el techo, pero aún así me abrazó.

– peter, basta, por favor – dije mientras me besaba el cuello – tenemos que estar listos en 35 minutos – repliqué mientras mi temperatura se elevaba.
– Es suficiente tiempo, podemos hacerlo rápido como en el avión – respondió metiendo su mano por debajo de la toalla para masajear mi nalga.
– No, tengo que arreglarme bien, quiero verme linda – refuté quitando su mano.
–lali, ya eres linda, no necesitas hacerte mucho – dijo acariciando mi mejilla – corazón, por favor, un mes de abstinencia fue mucho tiempo, estoy muy ansioso por ti.
– Yo también peter, pero no podemos dejar que el fuego nos nuble la razón, no podemos hacer esperar a tu familia, además, recuerda que dormiremos juntos.
– Corrección lali, compartiremos la cama, pero ni creas que te voy a dejar dormir y menos si me dejas con las ganas ahora.
– Está bien, no dormiremos en la noche, pero ahora tenemos un compromiso que cumplir, por favor, piensa en mary… además, ¿no vamos a ensayar la canción?
– Está bien, sólo porque cantarás conmigo me meteré a duchar en este instante.
– Y de preferencia con agua helada.
– Que cruel eres conmigo, pero en la noche me desquitaré.


Moví la cabeza sonriendo mientras sacaba mi ropa de la maleta, me puse la interior y encima un sencillo vestido beige de tirantes que me llegaba a la rodilla, unas sandalias del mismo color y después cepillé mi cabello, empezaba a maquillarme cuando peter salió del baño y se me quedó viendo.

– ¿Qué?, ¿hoy tampoco podía usar un vestido de este color?
– No es eso, levántate por favor – dijo extendiéndome sus manos, yo las tomé y me levanté mirándolo extrañada, me hizo darme una vuelta – wow, te ves hermosa.
– Pero, aún no me maquillo.
– No lo necesitas, ya eres hermosa.
– Adulador.
– Encantadora.
– Ya date prisa, anda.

Me dio un beso en los labios y empezó a vestirse mientras me explicaba las instrucciones para la canción. Yo estaba muy nerviosa por eso, no sé cómo pude aceptar, empecé a hacer respiraciones con los ojos cerrados y peter me abrazó por la cintura y me aseguró que todo saldría bien, abrí los ojos y fue mi turno de asombrarme, peter se veía bellísimo, con un pantalón y una camisa blancos que hacían resaltar sus hermosos ojos color topacio, notó la expresión en mi rostro y me sonrió para luego darme un pequeño beso en los labios, entrelazó mi mano y bajamos.

Atravesamos un gran salón en el que había varias personas corriendo de un lado a otro arreglando unas mesas y unas sillas, salimos a la enorme terraza que ya estaba prácticamente lista para la boda, había un pasillo en medio de una cantidad considerable de sillas y una chica le estaba dando unas indicaciones a mary, supuse que era la organizadora. Había otras parejas además de la familia y cuando mary se desocupó me los presento, eran la madrina, las damas y sus respectivos novios, así como los papás de Maiquel y Diana. El sacerdote llegó y nos acomodamos en nuestros lugares para ver el ensayo que dio inicio, tanto mary como Maiquel tenian ropa de color durazno. Sus votos fueron muy conmovedores y en cuanto terminó pasamos al salón.

Sólo había dos mesas preparadas y en ese momento me invadieron los nervios y me mordí el labio inferior. En una nos sentamos la familia y en la otra las amigas de mary, y nos sirvieron la cena. bauti estuvo bromeando casi todo el tiempo y acariciando las mejillas de Diana que sólo se reía por las ocurrencias de su marido. mary y Maiquel derramaban miel y casi podría estar segura que no sabían de qué estábamos hablando. claudia y pablo estaban sonrientes mirando felices a sus hijos y yo entré en pánico cuando sentí la mano de peter recorrer mi muslo por debajo de la mesa y lo miré casi fulminándolo, en cambio, él me sonrió mientras me apretaba suavemente el muslo casi a la altura de la ingle y lo miré aún más seria, pero contrariamente a lo que quería lograr, él estaba de lo más divertido deslizando su mano por mi pierna hasta que afortunadamente la madrina dijo que era el turno de que hablara el padrino y entonces peter tuvo que ponerse de pie, levantó la mano y en ese momento entraron cuatro personas con un piano.
– Bueno, como la verdad no soy muy bueno para los discursos y como sólo tengo el oficial, hoy haré algo diferente – anunció y fue a sentarse frente al piano y probó el micrófono – pero, para esto necesito la ayuda de la señorita lali, mi hermosa novia, por cierto, un aplauso, por favor.

Yo sentí que me ardían las mejillas por el intenso rubor que había en ellas mientras todos los presentes aplaudían y yo me ponía de pie mucho más nerviosa que en un principio y camine hacia él que me esperaba con una gran sonrisa, me senté a su lado y puso la hoja con la letra de la canción sobre el piano.

– Esta canción es dedicada a los novios, espero que les guste, creo que refleja lo que siente cada uno por el otro – empezó a tocar y en la nota precisa comenzó a cantar.

Junto a ti no conozco el miedo
No hay camino que yo no pueda andar
Junto a ti
Junto a ti es tanto lo que siento
Que mi pecho está a punto de estallar
Junto a ti
Y es tan lógico que mi corazón
No me pide ninguna explicación

Me indico mi entrada

Junto a ti yo me siento libre
Sé que puedo crecer cada vez más
Junto a ti
Junto a ti nada es imposible
Porque todo se ve con claridad
Junto a ti
Y es tan lógico que mi corazón
No me pide ninguna explicación

Ambos:

Este amor es tan real
Como ver y respirar
Y nos hace fuertes
Más allá de toda la gente
Y del qué dirán
Este amor es tan real
Como el agua y como el mar
Y nos da respuestas
Sin dudar a cada pregunta
Con seguridad

Yo:

Junto a ti no conozco el miedo

peter:

Porque todo se ve con

Ambos:

Cla–ri– dad.

Fuimos acercándonos mientras cantábamos y al terminar estábamos tan juntos que nuestras narices se rozaban, me olvidé de todo, sólo estaba concentrada en la letra de la canción y en su mirada fija en la mía, creo que hasta me había olvidado de respirar.

– Junto a ti quiero estar el resto de mi vida – musitó peter en mi oído– soy capaz de cruzar el Atlántico nadando sólo para llegar a ti, estoy profunda y totalmente enamorado de ti, lali – añadió y me quedé sin habla.

Los aplausos fueron los que me devolvieron a la realidad y sonreí recordando donde y con quienes estábamos. peter me dio un dulce beso en los labios ante el grito de todos los presentes y nos levantamos y regresamos a la mesa.

Nos felicitaron por la canción, mary estaba sumamente emocionada y nos abrazó agradeciéndonos el momento, yo estaba en shock por las palabras de peter, no me las esperaba. Estuvimos hablando un rato más y claudia nos dijo que a la mañana siguiente nos esperaban a las 9:30 para desayunar. Poco a poco se fueron yendo todos hasta que nos quedamos solos peter y yo.

Me tomó de la mano y caminamos al piano, nos sentamos en el largo banquillo. Empezó a tocar una dulce y sensual melodía mientras yo lo miraba, al terminar me besó humedeciendo primero mis labios hasta que su lengua alcanzó la mía y se unieron en una sincronía perfecta de movimientos, en tanto su mano subía por mi costado levantando un poco el vestido para luego posarse en uno de mis senos que acarició al tiempo que su lengua recorría mi cuello. Cerré los ojos sintiendo como mi pulso y mi respiración se elevaban.

– peter, alguien puede vernos – dije al sentir su mano en mi entrepierna.
– Eso tiene solución.

Se levantó y puso el seguro en ambas puertas y corrió las cortinas del lado que daba a la terraza. Volvió a sentarse a mi lado con sus piernas a los costados del banquillo me rodeó por la cintura y comenzó a besar mi hombro.

– peter, estamos en tu casa y tu familia también.
– Tranquila, nadie se dará cuenta te lo aseguro, pronto estarán dormidos.
– Mejor vamos a la habitacion.
– Después iremos, te dije que esta noche no dormirías – susurró en mi oído mientras con la punta de su lengua recorría mi oreja.

Su mano acariciaba mi muslo hasta que llegó a la ingle y en automático abrí las piernas, él comenzó a frotar mi sexo encima de la ropa interior excitándome lo suficiente para querer sentirlo ya dentro de mí, así que me levanté y me senté sobre él con mis piernas a sus costados. Besó la base de mis senos que sobresalían del vestido en tanto nuestros sexos se rozaban.

Me pidió que me levantara y eso hice, me cargó y me colocó sobre el piano, subió mi vestido y después me quitó la ropa interior, hundió su cabeza entre mis piernas y comenzó a recorrer mi parte más íntima con su lengua, empecé a jadear mientras me sostenía de mis antebrazos con la cabeza hacia atrás.

Cap 35:


Mis jadeos parecían impulsarlo a seguir recorriéndome, pues lo hacía sin cesar aumentando y disminuyendo la velocidad de sus movimientos, tratando de que su lengua tocara lo más profundo de mi ser que se pudiera, yo tenía abierta la boca y me lamía los labios sintiendo como mi cuerpo ardía por sus húmedos besos que seguía proporcionándome en cada rincón. No pude evitar soltar un gritito cuando a la par de su lengua sentí que me introducía un dedo y luego lo sacaba y volvía a meterlo en un acompasado ritmo que me estaba enloqueciendo hasta que sentí alcanzar al éxtasis y me mordí un dedo para no gritar.



Me ayudó a bajar del piano, mis piernas me temblaban y me besó apasionadamente en tanto su mano bajaba el cierre del vestido y me lo quitaba por completo. Desabroché su camisa y se la quité, volvimos a besarnos mientras nuestros pechos se unían y el recorría mi columna vertebral con las yemas de sus dedos hasta llegar a mis nalgas que acarició.



Se desabrochó el pantalón y se lo quitó mientras yo lamía uno de sus pezones y el otro lo acariciaba. Cuando estuvimos desnudos nos recorrimos con la mirada, en ambos cuerpos se notaba la excitación, mis pezones estaban firmes al igual que su miembro, de pronto fijo sus ojos en el lado izquierdo de mi abdomen y pasó dos dedos por el pequeño parche adherido a mi piel y me regaló una sonrisa de complicidad, pues sabía que con eso no era tan necesario usar un preservativo.



Me pidió que me hincara en el banquillo y después me hizo apoyar las manos en el mismo, él se coloco detrás y entró en mí de un tirón, sentí como mi cuerpo se contrajo hacia él y me tomó de las caderas para iniciar con su delicioso vaivén. Después, una de sus manos la subió por mi contorno hasta llegar a uno de mis senos que estuvo acariciando en tanto continuaba con sus certeros movimientos que me fascinaban cada vez más. Posteriormente, se aferró a mis caderas moviéndose a mayor velocidad hasta que sentí su orgasmo dentro de mí acompañado de un gruñido que me hizo llegar a mí también. Se quedó unos instantes sin moverse, aún dentro de mí, exhaló fuertemente y después se separó y me ayudó a ponerme de pie y me abrazó efusivamente.

– La noche apenas empieza corazón y juro que no te daré tregua – dijo en voz baja.

Nos vestimos y salimos del salón tomados de la mano, le pedí que me mostrara la casa e iniciamos con el recorrido por la enorme cocina que estaba a un lado del salón, después seguía el comedor, la sala, bajamos unas escaleras y llegamos a la piscina que era iluminada por la luz de la luna llena que brillaba en lo alto del cielo.



– ¿Qué te parecería nadar un poco? – sugirió abrazándome.

– Suena bien, pero tendríamos que subir a ponernos el traje de baño.

– ¿Y quién dijo que forzosamente se necesita traje de baño para nadar? – exclamó sonriéndome con esa típica osadía en su rostro.

– No, no, no, eso no lo haré.

– Anda, será divertido.

– peter, además de tu familia, hay quien sabe cuántas personas trabajando.

– Pero no tienen porque venir aquí, además supongo que ya se irán a dormir.

– Eso es lo que tú y yo deberíamos de hacer también.

– Pero, después de nadar, anda corazón, sólo un ratito, te aseguro que nadie se enterará, seguro que todos deben estar haciendo lo mismo que tú y yo.

– ¡peter!, ¿no tienes respeto por tu familia?

– Claro que lo tengo, pero eso no me impide ver la realidad, lali, ¿de dónde crees que salimos mis hermanos y yo?, ¿por qué crees que Diana está embarazada?

– No pongas esas imágenes en mi cabeza, por favor.

– No te asustes corazón, desde niño me enseñaron a ver el sexo de lo más natural, tal cual es, una función del cuerpo y no tiene nada de malo hacerlo, al contrario, así que vamos a la piscina.

– Pero, ¿cómo vamos a atravesar la casa todos mojados para llegar a la habitación?

– No te preocupes por eso, ¿ves este mueble? – dijo y se paró frente a uno pequeño que no había visto – aquí se guardan las toallas – explicó en tanto abría la puertita y sacaba dos – ¿lo ves?, asunto arreglado.

– Que loco estás – exclamé sonriendo y moviendo la cabeza.

– Ya sabes bien la razón de mi locura – respondió y se quitó toda la ropa – ¿te ayudo?

– No, gracias, yo puedo sola – dije y me despojé también de toda mi ropa.

peter se tiro de cabeza casi perfecto mientras que yo caminé a la escalera para bajar, sintiendo como el viento acariciaba mi cuerpo y erizaba mi piel. Cuando entré a la piscina peter me recibió, el agua estaba un poco fría y me sugirió que diéramos algunas vueltas para acostumbrarnos a la temperatura. Acepté, pero le dije que no era muy buena nadadora y me respondió que no era una competencia, así que nos sumergimos y nadamos hasta el otro extremo y de regreso. peter llegó primero y me esperó, me echó agua al llegar y yo le devolví la maniobra, estuvimos jugando un rato hasta que me di por vencida y volvimos a nadar al otro lado y otra vez de regreso.



En esta ocasión, peter me tendió sus brazos, le tomé las manos y me acerqué a él, puso mis manos alrededor de su cuello y bajó las de él a mi espalda, nos fundimos en un apasionado beso por varios minutos hasta que él lo rompió para deslizar sus labios a mi cuello en tanto acariciaba uno de mis senos por debajo del agua, lo cual producía una reacción más excitante así que deslicé mi mano por su torso hasta llegar a su sexo que empecé a acariciar y sentí como respondía en mi mano.



Volvimos a besarnos y después él me recargó en la esquina de la piscina, con una mano me sostuve del barandal de la escalera y lo rodeé con mis piernas por su cintura y él entro en mí al igual que un poco de agua que hizo más placentera la sensación. Puso una de sus manos también en el barandal y comenzó a moverse exquisitamente mientras me miraba con esa sonrisa retorcida que adoraba.



Yo trataba de gemir lo más bajo que se pudiera, pero a veces no podía reprimirme por lo intensa que era la sensación de su cuerpo y el agua chocando contra el mío. No dejábamos de mirarnos, nos lamíamos los labios y exhalábamos en nuestras bocas, sentí que perdí el control de mi cuerpo cuando ambos llegamos al clímax y peter me mordió el labio inferior.



– Te amo lali – dijo mirándome fijamente todavía en mi interior.

– Yo también te amo peter, con todo mi corazón.



Volvimos a besarnos y después nos abrazamos y salió de mí. Nos quedamos abrazados hasta que nuestras respiraciones volvieron a su curso normal y después salimos de la piscina, temblando de frío. peter me cubrió de inmediato con la toalla y después él se puso una también, nos secamos, tomamos nuestra ropa y entramos a la casa. Subimos las escaleras y al llegar arriba nos encontramos a bauti que venía caminando por el pasillo y quise que la tierra me tragara.

– Ah que muchachitos – exclamó bauti con una amplia sonrisa.

– ¿Y tú adónde vas a esta hora? – preguntó peter para desviar el tema mientras yo me ponía detrás de él para tratar de cubrirme.

– diana tiene antojo de limones así que voy a la cocina por unos… aunque me doy cuenta que no es la única con antojos en esta casa – dijo de lo más divertido.

– Buenas noches, bautista – respondió peter ignorando el comentario.

– Buenas noches jóvenes, no se desvelen mucho que mañana desayunamos temprano y no quiero que se estén durmiendo en la boda.

– Espero que a ti te deje dormir Diana o serás tú el que se esté durmiendo.

– De ningún modo, yo soy fuerte, descansan, ¿eh?, recuerden que mi habitación está pegada a la suya y me daré cuenta si están dormidos o no.



peter movió la cabeza negativamente y seguimos caminando, yo ni siquiera quise darme la vuelta cuando pasé al lado de bauti que bajó las escaleras.



– Que vergüenza.

– No te preocupes corazón, ignóralo como yo.

– No podré mirarlo a los ojos mañana.

– lali, no quiero que vuelvas a decir eso, no tienes nada de qué avergonzarte, eres mi novia y ya te dije que no estábamos haciendo nada malo.

– No, pero, es tu casa y siento que le hemos faltado al respeto.

– Tranquila corazón, créeme que bauti y Diana también tienen su historia y no nada más en esta casa, una vez los pillé en la biblioteca de la universidad.

– No quiero detalles, por favor.

– Vale, sólo te lo digo para que no te alarmes.

– ¿Así que eso de exponerse a que los descubran viene de familia?

– Creo que sí, al menos del lado masculino, nunca he pillado a mary y más le valía.

– Ay, tu lado machista tenía que aflorar – dije moviendo la cabeza negativamente.

– No es eso, es obvio que ya lo ha hecho con Maiquel, pero, de aceptarlo a verlo – se sacudió como si le hubieran dado escalofríos – es mi hermanita.

– Típico – exclamé mirando hacia el techo y él me abrazó y me besó la mejilla
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BUENO CHICAS AQUÍ MARATÓN :) COMENTEN MUCHO Y BESITOS 

29 comentarios:

  1. me encantoo!!! amoo la familia de peter subii mas novee besos!!

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  2. awww me encanto por suerte se reconciliaron rapido despues de lo que pitt le dijo!!! mas

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  3. Que buena novela!!!!!!!! excelente maraton sube mas pronto!!!!!!!!

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  4. Muy buena Maratón, la verdad un poco perver pero me encantó. Avisame cuando subas más @yesi_xsiempreTA

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  5. Me encanto
    mas nove
    pofiiiiiiiiiiiiis
    Maaaaaaaaaaaaaaaass

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  6. Subi capitulo pleas no me dejes asiiii ....

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  7. Jajajaja,a ese ritmo van a recuperar el mes k Peter estuvo fuera.además cualquier lugar les viene bien,aunque Lali al principio siempre está un poco reticente ,termina x arriesgarse a k los pillen .

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  8. Peter xcomo le va a decir eso! Los celos bad bad bad! Esta bien que lali se haga respetar aunque le dure poco jajaja lo hacen tantas veces que es raro que no quede embarazada! Jajajajaja AMO TU NOVELA Y. AMO QUW HAYAS HECHO MARATÓN <3 eres una genia... Tienes twitter???

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  9. Amo tu novela!.
    Estuvo genial este capi!.
    Maaaaaaas
    Jenny

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  10. Maaaaaaaaaaaaaaaassssss

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  11. que forro peter /:( AMO LA NOVEEEE

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  12. aguanten la maraton jajaajjjjaaa BESITOOOOOOOOOOS

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  13. mas mas mas queremos mas mas mas!! jjajaja
    maass <3

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  14. ++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++

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  15. uno mas, uno mas, uno mas

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  16. maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaasssssssss

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  17. Quee pasaa que no subes???QUEREMOOS MAAASSS

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  18. que pasa???? subi massss no dejes la noveeeeeeeeeeeeee

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  19. subi mas caps por favor qe paso que desapareciste?

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  20. Mas porfa estas muy desaparecida

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